Una conservadora Real Sociedad cae ante el Sevilla en un partido que decidió un solitario gol de Kanoute. El Sevilla tuvo más el balón, la Real opuso gran resistencia y tuteó al Sevilla, aunque no logró conectar con sus delanteros. Ifrán y Aranburu fueron las novedades del once titular.
Una vez más el Ramón Sánchez Pizjuán se convirtió en pesadilla para la Real. Una vez más, el equipo txuri urdin salió de vacío y con caras largas del feudo sevillista, tras un partido en el que opositó a empatar, pero no pudo retener el punto inicial. Una vez más - y ya van unas cuantas - el centenar de seguidores blanquiazules que hicieron cientos de kilómetros para poder estar junto a su equipo observaron, tras estar animando durante los 90 minutos, cómo sus ídolos se marchaban del terreno de juego sin ni siquiera un pequeño gesto hacia lo más alto del gol sur de Nervión.
Por momentos la sufrida afición txuri urdin sintió la sensación de estar viviendo un Deja vu. Y es que la falta del último pase volvió a condenar a una Real que lo intentó, pero que no tenía el "punch" de las anteriores dos jornadas, en gran parte porque los dos jugadores más en racha del equipo tuvieron que ver el inicio del partido desde el banquillo. Agirretxe (3goles en 3 partidos) e Illarramendi (auténtico kaiser del centro del campo donostiarra) fueron las víctimas de un ataque de conservadurismo de Montanier.
Puede que el entrenador francés de la Real Sociedad quisiera tapar más el juego del Sevilla en el centro del campo y sujetar, asimismo, el centro del campo. Pero ni Mariga, ni Aranburu, ni Zurutuza lograron cumplir esa labor y, por si fuera poco, uno de los posibles pasadores, Xabi Prieto, se tuvo que retirar lesionado del terreno de juego, al que entró Cadamuro. El jóven jugador francés le puso empeño, pero no logró llevar apenas peligro por la banda derecha.
Juego de contención
La Real Sociedad arrancó el partido más decidida que nunca a contener el centro del campo y destruir el ataque rival con dos centrocampistas de corte defensivo destinados a que el equipo de Manolo Jimenez no pudiera jugar a placer. Por lo demás, fue una primera parte plácida para ambos equipos, sin apenas ocasiones de gol.
Kanute, por parte del Sevilla, toda una pesadilla para la Real Sociedad - goles suyos han terminado con las esperanzas donostiarras en los últimos años - quiso ponerse el traje de faena en la primera parte y tener el balón. Pero este Sevilla todavía no carbura del todo y le costó hacerse con el mando del partido. La presión que ejerció la línea de tres del centro del campo donostiarra obtuvo sus frutos, aunque una vez recuperado el balón, no había quien lo distribuyera para enviar peligro al área Rival.
Ifrán fue una isla en ataque. El juego de contención de los txuri urdin, y la escasa productividad de las bandas, hicieron que no llegaran apenas balones al delantero uruguayo, que se afanó, pero no tuvo apenas ocasiones de gol. Además, con la lesión de Xabi Prieto mediada la primera parte tras recibir una fea entrada, Cadamuro no profundizó tanto, por lo que el peligro por esa banda se disipó.
Illarra marca la diferencia
Tras el descanso el partido no pareció dar una vuelta de tuerca, aunque fue el Sevilla el que dio primero. Negredo aprovechó una jugada combinada para dar de cabeza un pase por encima de la defensa txuri urdin que Kanoute, con un gran desmarque, aprovechó para fusilar a Bravo que nada pudo hacer.
Con el marcador en contra y dos cambios por hacer, Montanier tardó en dar otro aire al equipo. Si el delantero sevillista marcó en el minuto 7 de la reanudación, el técnico francés no realizó cambio alguno hasta el minuto 25, a pesar de que había varios jugadores que pedían el cambio a gritos. Fue Illarramendi el que salió en el citado minuto por Aranburu, y demostró que es el jugador más en forma de la Real y el que hace jugar de verdad al equipo.
Tras la entrada del jóven mutrikuarra el rumbo del partido cambió. Los donostiarras se hicieron con el centro del campo e intentaron combinar buscando arriba a Ifrán. Sin embargo, el uruguayo ya estaba fundido y le costaba cada vez más llegar con peligro a la portería de Javi Varas. Los aficionados pedían a gritos la entrada de Agirretxe, que terminó jugando un cuarto de hora. El cambio, quizá, llegó demasiado tarde. Aún así, la Real lo intentó hasta el final, dispuso de dos ocasiones de gol, pero no pudo lograr el gol del empate y volver a Donostia con un punto que hubiera sabido, también, a gloria.
Ficha técnica:
1-Sevilla: Javi Varas; Coke, Spahic, Escudé, Fernando Navarro; Navas, Medel, Trochowski (Rakitic, 74), Perotti (Armenteros, 82); Kanouté (Manu del Moral, 68) y Negredo.
0-Real Sociedad: Bravo; Carlos Martínez, Demidov, Igor Martínez, De la Bella; Aramburu (Illarramendi, 70), Mariga; Xabi Prieto (Cadamuro, 30), Zurutuza (Agirretxe, 77), Griezmann; e Ifrán.
Goles : 1-0: Min. 52, kanouté
Arbitraje : Fernando Teixeira Vitienes, cántabro. Amonestó a los locales Spahic, Coke y Escudé, y a los visitantes Mariga y De la Bella
Incidencias: Partido correspondiente a la cuarta jornada de liga en el Sánchez Pizjuan.
Una vez más el Ramón Sánchez Pizjuán se convirtió en pesadilla para la Real. Una vez más, el equipo txuri urdin salió de vacío y con caras largas del feudo sevillista, tras un partido en el que opositó a empatar, pero no pudo retener el punto inicial. Una vez más - y ya van unas cuantas - el centenar de seguidores blanquiazules que hicieron cientos de kilómetros para poder estar junto a su equipo observaron, tras estar animando durante los 90 minutos, cómo sus ídolos se marchaban del terreno de juego sin ni siquiera un pequeño gesto hacia lo más alto del gol sur de Nervión.
Por momentos la sufrida afición txuri urdin sintió la sensación de estar viviendo un Deja vu. Y es que la falta del último pase volvió a condenar a una Real que lo intentó, pero que no tenía el "punch" de las anteriores dos jornadas, en gran parte porque los dos jugadores más en racha del equipo tuvieron que ver el inicio del partido desde el banquillo. Agirretxe (3goles en 3 partidos) e Illarramendi (auténtico kaiser del centro del campo donostiarra) fueron las víctimas de un ataque de conservadurismo de Montanier.
Puede que el entrenador francés de la Real Sociedad quisiera tapar más el juego del Sevilla en el centro del campo y sujetar, asimismo, el centro del campo. Pero ni Mariga, ni Aranburu, ni Zurutuza lograron cumplir esa labor y, por si fuera poco, uno de los posibles pasadores, Xabi Prieto, se tuvo que retirar lesionado del terreno de juego, al que entró Cadamuro. El jóven jugador francés le puso empeño, pero no logró llevar apenas peligro por la banda derecha.
Juego de contención
La Real Sociedad arrancó el partido más decidida que nunca a contener el centro del campo y destruir el ataque rival con dos centrocampistas de corte defensivo destinados a que el equipo de Manolo Jimenez no pudiera jugar a placer. Por lo demás, fue una primera parte plácida para ambos equipos, sin apenas ocasiones de gol.
Kanute, por parte del Sevilla, toda una pesadilla para la Real Sociedad - goles suyos han terminado con las esperanzas donostiarras en los últimos años - quiso ponerse el traje de faena en la primera parte y tener el balón. Pero este Sevilla todavía no carbura del todo y le costó hacerse con el mando del partido. La presión que ejerció la línea de tres del centro del campo donostiarra obtuvo sus frutos, aunque una vez recuperado el balón, no había quien lo distribuyera para enviar peligro al área Rival.
Ifrán fue una isla en ataque. El juego de contención de los txuri urdin, y la escasa productividad de las bandas, hicieron que no llegaran apenas balones al delantero uruguayo, que se afanó, pero no tuvo apenas ocasiones de gol. Además, con la lesión de Xabi Prieto mediada la primera parte tras recibir una fea entrada, Cadamuro no profundizó tanto, por lo que el peligro por esa banda se disipó.
Illarra marca la diferencia
Tras el descanso el partido no pareció dar una vuelta de tuerca, aunque fue el Sevilla el que dio primero. Negredo aprovechó una jugada combinada para dar de cabeza un pase por encima de la defensa txuri urdin que Kanoute, con un gran desmarque, aprovechó para fusilar a Bravo que nada pudo hacer.
Con el marcador en contra y dos cambios por hacer, Montanier tardó en dar otro aire al equipo. Si el delantero sevillista marcó en el minuto 7 de la reanudación, el técnico francés no realizó cambio alguno hasta el minuto 25, a pesar de que había varios jugadores que pedían el cambio a gritos. Fue Illarramendi el que salió en el citado minuto por Aranburu, y demostró que es el jugador más en forma de la Real y el que hace jugar de verdad al equipo.
Tras la entrada del jóven mutrikuarra el rumbo del partido cambió. Los donostiarras se hicieron con el centro del campo e intentaron combinar buscando arriba a Ifrán. Sin embargo, el uruguayo ya estaba fundido y le costaba cada vez más llegar con peligro a la portería de Javi Varas. Los aficionados pedían a gritos la entrada de Agirretxe, que terminó jugando un cuarto de hora. El cambio, quizá, llegó demasiado tarde. Aún así, la Real lo intentó hasta el final, dispuso de dos ocasiones de gol, pero no pudo lograr el gol del empate y volver a Donostia con un punto que hubiera sabido, también, a gloria.
Ficha técnica:
1-Sevilla: Javi Varas; Coke, Spahic, Escudé, Fernando Navarro; Navas, Medel, Trochowski (Rakitic, 74), Perotti (Armenteros, 82); Kanouté (Manu del Moral, 68) y Negredo.
0-Real Sociedad: Bravo; Carlos Martínez, Demidov, Igor Martínez, De la Bella; Aramburu (Illarramendi, 70), Mariga; Xabi Prieto (Cadamuro, 30), Zurutuza (Agirretxe, 77), Griezmann; e Ifrán.
Goles : 1-0: Min. 52, kanouté
Arbitraje : Fernando Teixeira Vitienes, cántabro. Amonestó a los locales Spahic, Coke y Escudé, y a los visitantes Mariga y De la Bella
Incidencias: Partido correspondiente a la cuarta jornada de liga en el Sánchez Pizjuan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario