Qué poco cuesta ilusionar a la
parroquia ‘errealzale’. Somos así. El que no se consuela es porque no quiere.
Llegamos al cierre del año 2011 con dos puntos sobre el descenso, inmersos en
una buena racha de resultados y en octavos de final de la Copa del Rey, algo
que los más jóvenes ni sabían lo que era. Después de lo que ha dado de sí la
primera fase de la temporada no está mal, sobre todo teniendo en cuenta la
horrorosa pinta que había cogido el asunto allá por octubre, donde los
desaguisados se sucedían uno tras otro.
Por fortuna, el rumbo ha variado en
las últimas jornadas y ello ha provocado que, por lo menos, las aguas bajen
tranquilas por Anoeta, a la espera y, con el deseo, de que no se revuelvan una
vez entrado el nuevo año. El que sea conformista dirá que lo hubiera firmado en
las fechas en la que Montanier parecía sentenciado. El que no lo sea seguirá
pensando que esto es pan para hoy y hambre para mañana. Lo que hay que ser es
realista: muy probablemente tocará sufrir en 2012, pero si impera el sentido
común y desde dentro no se ponen palos en las ruedas la Real debería salvar la
categoría porque tres equipos peores haberlos, ‘haylos’.
Comentaba anteriormente la
facilidad con la que echamos las campanas al vuelo a nada que nadamos a favor
de la corriente. Me refiero, básicamente, a muchos comentarios que se vienen
escuchando en la calle en relación al sorteo de la Copa y a los hipotéticos
cruces, insisto, hipotéticos, en el caso de que se deje en la cuneta al primer
enemigo, el Mallorca. Evidentemente, el cuadro es mucho más sencillo que el
otro en el que figuran Real Madrid, Barcelona, Sevilla o Valencia. Pero de
fácil no tiene absolutamente nada. Hablamos de la Copa, de la competición
maldita, y algunos hablan ya de reservarse día festivo para acudir a la final.
Habría que dejar en el camino a, en este orden y salvo sorpresas, Mallorca,
Athletic y Espanyol.
A día de hoy todos ellos están por
delante de la Real en la clasificación. No pretendo ser un cenizo ni tirar por
traste las ilusiones de parte de la grada, pero sí considero que debemos ser
más coherentes y no andar como una montaña rusa, con el estado de ánimo una
semana por los suelos y a los siete días por las nubes. Esta Real tiene, aún,
mucho que demostrar para poder aspirar a ser finalista de una competición como
la Copa. Si es capaz de hacerlo puede tener opciones, claro que sí, pero de ahí
a calificar el cuadro como asequible, hay un trecho enorme.
Con todo, y más en fechas como las
actuales, soñar es libre. Y pedir también. Por eso, al año nuevo le voy a pedir
salud para el club y salud para todos los aficionados. Si se cumple mi deseo
será porque la Real no nos ha hecho sufrir y la temporada ha terminado como
tiene que terminar. Todo lo que venga de más lo acogeremos con los brazos
abiertos. Pero siendo conscientes de que sería algo excepcional. Por eso, claro
está, lo viviríamos como algo único. Si hay días para creer en milagros, son
estos.
Urte berri on!
Retirada en txuri urdin
Xabi Prieto pasará a la historia
como uno de esos futbolistas que sólo vistió una camiseta, la de su club de
toda la vida, el de su casa. Su renovación hasta 2017, una gran noticia se mire
por donde se mire, así lo hace entrever. Casos así no abundan hoy en día donde
el poder de la pela supera con creces al sentimental. En su caso, su prioridad
ha sido otra, y nos alegramos. Ahora nos falta que vuelva a mostrar su mejor
nivel, el que no hemos visto aún esta campaña. Seguro que con el nuevo año
reaparece. En cuanto a Elustondo, parece claro que la confianza de los técnicos
en él supera con creces a la que tienen los aficionados. No termina de
explotar. Tiene tiempo hasta 2015. Seguiremos apostando por él, pero también
diremos que otros no tuvieron ni un cuarto de las oportunidades que se le están
dando al beasaindarra.
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