Como ya es sabido por
todos, a Martín Lasarte le largaron porque necesitábamos “crecer”. Fue una
apuesta muy valiente y ambiciosa, y totalmente equivocada…
Aunque para mí fue una verdadera barbaridad y me dolió en el
alma, comencé la temporada ilusionado, así, mi primer post de la temporada se
tituló De nuevo ilusión. No tiene misterio de qué trataba ni cuál era su
contenido. Era el 26 de agosto.
La cosa no empezó mal, y todos nos ilusionamos una barbaridad,
pero poco nos duró. Poco a poco fuimos comprobando las barbaridades que era
capaza de realizar Philippe Montanier, así, el equipo empezó a hacer aguas, y
él, a perder toda la credibilidad.
El 22 de octubre y ante el anuncio del abandono de las armas
por parte de ETA hice un guiño a ese gesto y escribí Comienza una nueva era. En este texto ya
ponía en tela de juicio de una manera clara la labor del normando.
El 2 de noviembre y tras el partido ante el Real Madrid, mi
posición era ya clara: Montanier debía de ser guillotinado cuanto antes. Y es
que me costará mucho olvidar como se hizo ´caquita´ ese día, y el despropósito
de salir con cinco defensas a encerrarse en campo propio renunciando a jugar al
fútbol por completo. Inadmisible. El técnico francés, y perdiendo desde el
minuto 10, introdujo al segundo delantero y solo fue a por el empate en el
minuto 81, e hizo debutar a Rubén Pardo a falta de cuatro minutos. Imperdonable.
Desde luego, yo no se lo he perdonado y para mi cavó su tumba aquel día. Lo vi
muy claro y escribí Un naufragio inminente. Así no íbamos a ningún lado, de “crecer”
precisamente nada, más bien lo contrario.
El 19 de noviembre publiqué Se puede cambiar. Se debe cambiar, apelando a una transformación radical y a la utilización de los
jugadores en sus puestos para sacar esto adelante. Había que poner fin a los
experimentos y aplicar la cordura y la coherencia.
Dos semanas después y tras la nefasta gestión del partido
ante el Betis, llegó Una gran cortina de humo. Era el 3 de diciembre. En este
artículo hablaba de la moto que nos habían vendido y de todas las mentiras que
nos habían contado para justificar la llegada de Montanier. Cada vez más
encendido ante la falta de respuesta del Consejo de Administración, ante
semejante cúmulo de despropósitos y la terrible racha negativa de resultados,
puse mis puntos sobre las ies. De alguna manera me tenía que desahogar.
Funcionó unos días…
El 10 de diciembre volví a la carga con El experimento Montanier, un gran ´fake´, con más de lo mismo. La cosa cada vez iba a peor, y
hasta el propio Consejo había perdido la confianza en él y tenía el recambio de
Luis Aragones preparado. Pero las victorias in extremis en Sevilla y ante el
Málaga en Anoeta, salvaron su cabeza.
Todavía estaba lo peor por llegar: la atrocidad que cometería
al alinear a seis defensas en Los Carmenes, algo inaudito y jamás visto. Desde
que tengo uso de razón no había pasado mayor bochorno y vergüenza ajena que ese
día (ay lo que quedaba por llegar!!). El Granada nos pasó por encima disparando 25 veces a puerta y botando 22
saques de esquina pudiendo haber encajado una goleada de escándalo. Como un muñeco de trapo en sus manos, los nazarís nos pegaron
un meneo de los que hacen historia. Patético y del todo lamentable. La Real no mereció pasar la eliminatoria.
Al día siguiente escribí Montanier y la revuelta en el frenopático, y es que lo que hizo Philippe fue sencillamente de locos…
Hoy 13 de enero, este es mi último artículo hasta la fecha.
Han pasado 72 horas desde una de las mayores tragedias que le ha tocado vivir a
este centenario club, el 6-1 ante el Mallorca y la eliminación de una Copa del
Rey en la que podíamos haber llegado muy lejos.
Crecer no hemos crecido, todo lo contrario, hemos perdido el
tiempo. Vamos de ridículo en ridículo mirando el abismo del descenso muy de cerca y estamos fuera de la Copa de la forma más humillante... Bienvenidos
a la involución!!
Eso sí, una cosa sí es verdad, y es que Jokin Aperribai
aseguró que Philippe Montanier iba a hacer historia en la Real Sociedad e iba a
marcar una época… Chapeau Aperri, sin duda que la está marcando.
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