Resulta duro escribir estas líneas, resulta complicado. Cuando uno coge una pelota por primera vez y le da dos patadas rápidamente se imagina con la camiseta de su equipo favorito jugando en un estadio grande, con la tele, Nike pagándote las zapatillas…esas cosas.
Yo, como muchos otros, me imaginaba con una camiseta txuri urdin. Me imaginaba jugando en Anoeta, sintiendo el aliento de miles de realistas que sienten los colores igual que yo pero me ha tocado seguir al equipo de mi corazón desde otro punto de vista, desde este.
La Real escribió ayer la página más negra de su centenaria historia al caer por 6-1 ante un Mallorca que tampoco hizo gran cosa. No se pueden dar palmaditas ahora, no vale con decir que ha sido mala suerte, que tenemos que seguir, lo de Palma de Mallorca tiene que servir como punto de inflexión para todos, los jugadores los primeros y es que hay algunos que puede que jueguen pocos minutos de aquí a final de temporada, algunos puede que no vuelvan a vestir la camiseta de la Real. Todo puede ser.
Después de vivir el penalti de Savio o el descenso de Valencia pensábamos que no viviríamos nada más cruel pero llegó Vitoria donde ya sabemos lo que pasó, pero lo de ayer fue peor aunque fuera la Copa y por este partido no se descienda ni nada. Tenemos una herida que tardará en curarse, durará mucho tiempo.
Philippe Montanier optó por la lógica y situó su clásico 4-3-3 con Zubikarai bajo palos, Estrada, Demidov, Iñigo, De la Bella; Elustondo, Mariga, Zurutuza; Prieto, Vela e Ifrán. Un once para soñar para pensar que no habría que sufrir en exceso. Todos pensamos que ya habíamos sufrido en Granada para todo el año, pero nos equivocamos
En el minuto dos un cabezazo de Hemed pudo hacer ya el primero aunque Zubikarai logró mandarla a saque de esquina y poco después pudo adelantarse el conjunto local de nuevo en un nuevo barullo en el área realista. Sorprendentemente, con el Mallorca siendo mejor que la Real Sociedad llegó un centro medido de De la Bella que Ifrán remató e hizo el 0-1 de un brillante testarazo.
Con el gol apareció Carlos Vela que bailó a la defensa bermellona por momentos recibiendo patadas e incluso una agresión de Nunes que Ayza Gámez no quiso ver. Cuando mejor estaba la Real, pasó lo mismo de antes. Que el que menos lo merecía marcó. Fue Chori Castro quien hizo un golazo espectacular de falta. Una falta, a todas luces, evitable y regalada por Alberto De la Bella que empujó a un rival que iba a perder el balón con Gorka Elustondo.
El gol del charrúa sirvió para desmoronar al equipo realista, conocido desde hace años por su frágil mentalidad y, por si fuera poco, llegó el gol de Hemed a los pocos segundos con un derechazo que Zubikarai ni olió a pesar de ser un disparo que entró por el centro de su portería.
Poco después, con el partido roto, pudo matar Prieto la eliminatoria al plantarse sólo delante de Calatayud pero el donostiarra falló un gol cantado. Parece difícil empeorar el partido que hizo el sábado pero Prieto lo consiguió y demostró que no está para este equipo. La falta de competencia en su puesto juega a su favor ya que, por muy mal que juegue, siempre lo hará mejor que el otro interior diestro de la plantilla que no juega desde Zaragoza.
Poco después, con el partido roto, pudo matar Prieto la eliminatoria al plantarse sólo delante de Calatayud pero el donostiarra falló un gol cantado. Parece difícil empeorar el partido que hizo el sábado pero Prieto lo consiguió y demostró que no está para este equipo. La falta de competencia en su puesto juega a su favor ya que, por muy mal que juegue, siempre lo hará mejor que el otro interior diestro de la plantilla que no juega desde Zaragoza.
Sin tiempo para llevarnos las manos a la cabeza por recibir dos goles en un minuto, llegó el tercero de Nunes que, de cabeza, puso al Mallorca a un gol de la clasificación. El córner lanzado por Martí lo remató el luso por encima de Mariga que intentó despejar de espaldas el córner del Mallorca. Ver para creer.
Aunque estaba por llegar lo peor. El fallo con mayúsculas, ese fallo que pasará a la historia cuando Zubikarai detuvo un balón que la defensa no supo despejar. Lanzó el balón al suelo para patearlo sin darse cuenta de que Chori Castro estaba detrás. El charrúa fue más listo e hizo el cuarto mientras el ondarrutarra no podía más que llevarse las manos a la cabeza.
Se llegó al vestuario y ahí es donde ya sí que falló Montanier. No se le puede culpar de que sus jugadores reciban cuatro goles en menos de diez minutos, es culpa de ellos y sólo de ellos, pero que Montanier, tras ver esto, no cambie nada y confíe en que ellos arreglen la cosa…es inexplicable.
A pesar de la vergüenza colectiva de la primera parte con los cuatro goles, el partido era sencillo en la segunda parte, meter un gol y a casa con la Copa pero no quisieron ser un estorbo en una noche histórica para el conjunto bermellón.
Alejandro Alfaro hizo el 5-1 con un remate de cabeza en el que Zubikarai tampoco estuvo acertado y poco después mató Hemed todas las opciones de clasificación realistas al hacer el sexto ante la salida de Eñaut que culminó una actuación lamentable con una salida a destiempo.
Después nada. El equipo no fue a por el 6-2, no tuvo que trabajar nada Calatayud, uno de los porteros más odiados por la afición realista y que a estas horas debe estar riéndose del equipo realista aunque ¿Qué más da? Que se ría lo que quiera, más se han reído los jugadores realistas de su propia afición.
Pensábamos que este equipo era diferente, era evidente que no teníamos carácter aunque en Mallorca ha quedado patente. Con un 6-1, un meneo como un piano de grande, la Real se marcha de la isla sin una amarilla, una patada a destiempo, algo que demuestre que los jugadores tienen sangre.
Que un equipo como el Mallorca te meta seis goles es preocupante, que te los haga tirando sólo diez veces es para hacérselo mirar...pero el descalabro tenía que suceder. No pasó en Granada de milagro cuando Montanier tuvo un ataque de entrenador que pudo costar ataques de corazón a miles de realistas, hoy el equipo ha sido peor que en Granada y eso que estaba complicado, de verdad.
Quedará para la historia el día que la Real recibió cuatro goles en menos de diez minutos, igual que el día que perdimos un ascenso en un tiempo de descuento, o un partido que pudo valer una liga también en el tiempo extra… Al final se pagó cara la falta de ambición de la ida cuando con el 2-0 y 35 minutos por delante, el equipo se relajó aunque, evidentemente el 2-0 era un resultado excelente, nadie podía imaginarse que esta vergüenza iba a suceder.
La Real Sociedad juega el sábado, a las 22.00 horas con la Sexta en directo, en Mestalla…y hoy han entrenado en Mallorca. Sólo queda esperar que a alguno le haya costado dormir hoy y, porque no pedirlo, que vayan nadando a Valencia. David Meca hizo algo parecido, estos que lo intenten. Esta camiseta, no la merecéis. Habéis jugado con el sentimiento de miles de realistas que, como yo, han soñado miles de veces con jugar en el equipo de su corazón. Gracias.
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