Importante cita la que tiene la
Real Sociedad este domingo a partir de las 18:00 horas en el estadio de Anoeta
donde recibirá al Mallorca de Joaquín Caparrós, en un encuentro vital ante un
rival directo en la lucha por la permanencia.
Tras el vértigo a las alturas que
volvió a dejar patente nuestro equipo el pasado fin de semana, no queda más
remedio que afrontar con ilusión una nueva jornada de liga siguiendo nuestro
camino, e intentando abstraernos de la euforia desatada una vez más al otro
lado de la autopista.
La goleada encajada en tierras
granadinas ha hecho renacer en el entorno realista viejos fantasmas a los que
espero que la Real sepa hacer frente este domingo. Aunque las fiestas navideñas ya
pasaron hace tiempo, haciendo un símil con el famoso “Cuento de Navidad” de
Charles Dickens, la Real reencarnándose en el huraño Sr. Scrooge, ha recibido
esta semana tres visitas:
1- La amenaza de
nuestro verdugo copero (fantasma de las Navidades pasadas).
Poco más de un mes después de humillar
a la Real Sociedad en el partido de vuelta de los octavos de final de la Copa
del Rey, el Mallorca vuelve a cruzarse en nuestro camino haciéndonos recordar
aquellas Navidades pasadas en las que ilusamente creímos que nuestra Real podía
tocar por fin esa gloria que tanto se nos resiste.
Aquella eliminación dejo un poso
muy amargo en el sentimiento de miles de seguidores txuri urdin que no
comprendimos la actitud que mostró la Real en aquel infausto partido en Palma
de Mallorca donde perdimos 6-1 tras encajar 4 goles en 6 minutos.
Este domingo tenemos una buena
oportunidad de aliviar aquel escarnio si conseguimos derrotar a los
mallorquines en Anoeta algo que ya hicimos en enero. El equipo balear es mucho más
competitivo desde que Caparrós llegara al banquillo y aunque está instalado
como nosotros en el pelotón de los torpes, no tiene síntomas de ser uno de los
tres equipos que vaya a descender a Segunda. Históricamente, el Mallorca suele
hincar la rodilla en San Sebastián.
Las últimas 5 veces que la Real ha
recibido al Mallorca en partido oficial, los donostiarras lograron imponerse:
- 2-1 en la 2004-2005 con un gol salvador en los últimos minutos de
De Paula.
- 2-1 en la 2005-2006 de nuevo gracias a un gol in extremis esta vez
de Mark González.
- 3-1 en la 2006-2007 en el inicio de un intento de remontada en la
temporada del descenso.
- 1-0 en la 2010-2011 con un solitario gol de Tamudo en un lunes de
torbellinos de viento que sitúo a la Real cerca de los puestos europeos.
- 2-0 en la Copa de este año en un gran partido que ingenuamente nos
hizo soñar con algo grande.
No perdemos con el Mallorca en
Anoeta desde el 23 de Noviembre de 2003 cuando caímos 0-1 con un gol de Samuel
Eto’o. Mucho ha llovido desde entonces.
No obstante, la sombra del Mallorca
sigue siendo muy alargada y este equipo lleno de ex realistas al que aprecio
por razones de amistad, será un enemigo muy difícil y un fantasma del pasado al
que deberemos superar.
2- La irregularidad
(fantasma de las Navidades presentes).
En segundo lugar, la Real Sociedad
ha recibido la visita de un fantasma que creíamos derrotado pero que
desgraciadamente sigue marcando la temporada 2011-2012 para nuestro equipo: una
archiconocida irregularidad en juego y resultados que impide analizar con
mesura una temporada llena de altibajos.
Aunque existe una vacuna
contra la irregularidad y su nombre es Anoeta. Si la Real mantiene una línea
constante de buenos resultados en casa logrará la tan deseada tranquilidad con
mucha más facilidad que lo que a priori augura la clasificación. En los últimos 7 partidos oficiales
en Anoeta (incluida la Copa), la Real ha logrado 5 victorias, 1 empate y 1
derrota y en la segunda vuelta los dos envites se han saldado con dos
convincentes victorias.
Este fin de semana es una prueba
más para que la Real nos demuestre que al menos en nuestro estadio sí va a ser
capaz de encadenar una serie de triunfos aprovechando la flexibilización del
calendario.
3- La persecución
arbitral (fantasma de las Navidades futuras).
Finalmente, el equipo txuri urdin
ha vuelto a ser sorprendido en mitad de la noche por un desquiciante fantasma
que lo abarca todo (pasado, presente y futuro). Estoy haciendo referencia al
estamento arbitral, que ya no solamente asalta a nuestro club en los terrenos de
juego, sino que también pretende hacer lo mismo en los despachos. La vergonzosa sanción a Asier
Illarramendi es una muestra más de que la Real Sociedad no pinta nada en las
altas esferas y que se ríen de nosotros cuando y como quieren.
Espero que la reacción de la directiva
blanquiazul no solamente se ciña a recurrir la sanción sino a hablar seriamente
con Sánchez Arminio para mostrar el malestar que nuestro club siente por las
decisiones que a lo largo de esta temporada están tomando los árbitros y los
Comités con nosotros.
De todos modos, mal haríamos los
aficionados realistas si nos enfrascáramos demasiado en el turbulento y oscuro
mundo arbitral del que el mejor modo de salir airoso, es ganando a pesar de las
muchas piedras que nos quieran poner en el camino.
En resumen, la Real deberá hacer
frente este domingo a estos tres fantasmas navideños si quiere recuperar la
sonrisa. Una holgada victoria serviría para tomarnos la revancha de la Copa, ganarnos el
respeto de futuros rivales en Anoeta, olvidarnos de los árbitros y sobre todo
lograr tres valiosos puntos que nos permitan preparar con más seguridad e
ilusión el comprometido derby vasco de la semana que viene.
Lo contrario, prefiero no imaginarlo.
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