El filial txuri-urdin, al igual que le sucede a su hermano mayor en numerosas ocasiones, se convirtió en el equipo aspirina de la categoría tras caer derrotado por 3-1 ante un Zamora que llevaba seis jornadas seguidas sin conocer la victoria. Los de Meho Kodro, que poco a poco veían la luz al final de un túnel que se les está haciendo demasiado largo, no jugaron bien ante un equipo que se benefició de las facilidades defensivas dadas por los visitantes a lo largo de los 90 minutos y eso pese a que contó en el once con Gaztañaga, que se había perdido las últimas semanas de competición por lesión. Por contra, quienes no pudieron tomar parte en el encuentro fueron los centrocampistas Ruben Pardo, convocado para el partido de hoy ante el Sevilla, Javi Ros, sancionado, y Pablo Hervías, lesionado. Lo cierto es que el Sanse notó estas bajas, principalmente la de los dos primeros. El partido no tuvo nada que ver con el anterior, donde pese a perder ante el Guijuelo (0-1) los guipuzcoanos fueron muy superiores de principio a fin, y el equipo acusó en exceso la falta de un líder en la zona de creación.
Los locales, que no habían ganado todavía en 2012, salieron con intensidad y con la idea de llevarse tres puntos que les acercara un poco a la zona media alta de la tabla. De hecho, los de Roberto Aguirre dispusieron pronto de las primeras ocasiones para inauguarar el marcador, pero no estuvieron afortunados de cara a portería. Quien tampoco lo estuvo fue Beitia que, con todo a su favor, estrelló la pelota en el guardameta local cuando lo más fácil era enviar el esférico a la red. Intercambio de golpes que dio su fruto para desgracia txuri udin en el minuto 20. Miguel Santos, lograba desequilibrar el marcador tras batir de disparo cruzado a Mandaluniz. Era el primer gol de la temporada del zamorano. Tuvo que ser justo ayer se pensarán los aficionados realistas, que vieron como a sus chicos no les sentó demasiado bien el gol encajado. Los donostiarras se vinieron abajo y el Zamora comenzó a hacerse dueño y señor de un partido que se fue con este resultado al descanso.
El descanso sirvió a ambos conjuntos para reponer fuerzas, y vaya si lo hicieron. En el 48 el pichichi de los locales Jonathan Mejía "Jona" establecía el 2-0 tras cabecear a la red un buen centro de Alberto Prada. Muchos pensaron que el partido estaba practicamente sentenciado pero sólo cinco minutos después llegó el golazo de la tarde a cargo de Txomin Barcina, que, con gran maestría, mandó el balón al fondo de las mallas tras botar una falta. El Sanse creía en la remontada y Kodro introdujo más pólvora en el verde con Pons y Aketxe, aunque lo cierto es que les costó llegar al área rival. Para cuando lo hizo ya solo quedaban cinco minutos para la conclusión. Cinco minutos en los que se pasó de un posible 2-2 al definitvo 3-1. Pero el fútbol ya sabemos cómo es. Los guipuzcoanos no aprovecharon su ocasión y en la contra siguiente los locales sentenciaron la contienda por mediación de Jito.
Mal día para el filial txuri urdin que, además de quedarse con los 23 puntos de antes de empezar el partido, ve cómo la salvación está ahora a cuatro puntos tras la sorprendente victoria de la Arandina por 1-0 ante el Alavés. El descenso acecha y no queda otra que ganar. Buena oportunidad para ello la próxima semana en Zubieta. Los potrillos reciben a la Gimnástica Segoviana, rival que se encuentra un puesto por detrás de los de Kodro y que viene de caer en casa por 0-2 ante Osasuna Promesas.
Ficha técnica:
Zamora: Miguel, Arias, Josete, Nacho, Jairo, Jona (Marín,
min.73), Trigo, Prada, Santos (Daniel, min.75), Juanra (Jorge, min.59) y
Mateos.
Sanse: Mandaluniz, Zaldua, Morgado (Sangalli, min.82),
Errasti, Gaztañaga, Castañeda, Colinas, Beitia, Iñigo Rodríguez (Aketxe,
min.68), Ozkoidi y Barcina (Pons, min.68).
Goles: 1-0: Santos, min.19. 2-0: Jona, min.48. 2-1: Barcina, min.53. 3-1: Jairo, min.88.
Árbitro: Marín Álvarez. Amonestó a los locales Trigo y Jairo.
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