Por lo tanto, será Eñaut Zubikarai quien esté bajo los palos en el derbi. El de Ondarroa ha estado todas estas temporadas a la sombra del capitán de la selección chilena, y salvo la recta final de la temporada del ascenso, por lesión de Bravo también, no ha dispuesto de muchas oportunidades.
Sin embargo, nadie duda de él. Salvando la debacle de Mallorca en Copa del Rey, donde estuvo a la pésima altura del equipo, cada vez que ha tenido que ha tenido jugar lo ha hecho con solvencia y sin notar la inactividad.
El vizcaíno cuenta con el cariño, la simpatía y el apoyo de la grada de Anoeta. Pese a ser relegado al banquillo durante estas temporadas, nunca jamás se ha quejado ni ha protestado. Siempre ha sabido lo que había, pero esto no le ha hecho ahorrar ni un gramo de esfuerzo en cada entrenamiento en Zubieta.
Por ello, la parroquia txuriurdin puede estar tranquila. Eñaut es un portero con carácter, con muy buenos reflejos y lo más importante, transmite seguridad a sus compañeros. Se ha ganado a pulso que nadie dude de él. La baja del arquero chileno es importante por lo que representa ya para la Real, por ser un peso pesado. Pero la portería se queda bien protegida.
Da la casualidad de que el guardameta del Athletic, Gorka Iraizoz, también va a ser baja por problemas en una de sus rodillas. En su caso será sustituido por Raúl Fernández.
De cara a las próximas jornadas, tiene pinta de que Zubikarai va a seguir supliendo al sudamericano, por lo que tiene todo el apoyo y la confianza de un servidor. Demuestra lo que vales Eñaut. Estamos en buenas manos.
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