Un partido que la afición de Anoeta no recordará con el paso del tiempo ya que durante muchas fases del mismo el juego brilló por su ausencia. Los de Montanier ganaron por un error de los maños en un córner y por una buena jugada de Vela que terminaba con un inocente penalti cometido por Paredes, el mismo que soñaba con Xabi Prieto cada vez que le veía.
Hasta entonces, los txuriurdin no habían generado oportunidades de gol. La más clara había sido un centro envenenado de De la Bella, quien ayer cuajó un buen encuentro. Por parte del Zaragoza absolutamente nada tampoco. Más bostezos que otra cosa en la afición txuriurdin que veía como su equipo no era capaz ni siquiera de hacerse con el mediocampo y que se lamentaba cada vez que los suyos fallaban un pase fácil.
El descanso sirvió para que el técnico francés corrigiese a su equipo y tratase de cambiar el rumbo del partido. Y la Real parece que salió algo más enchufada, más metida en el partido y más concentrada. El empujón definitivo llegó en el minuto 55, cuando Vela lanzó un corner para que Iñigo Martínez rematara a placer en el área del Zaragoza ante la pasividad de su defensa.
Gran regreso del vizcaíno al once titular, donde no estaba desde la temporada pasada. Ayer volvió a demostrar y no sólo por el gol, que a esta Real le hace mucha falta. Volvió a entenderse a las mil maravillas con Mikel González, que parece otro cuando Iñigo juega a su lado. Ayer ambos estuvieron atentos y muy solventes todo el partido.
Y si decíamos que el gol del de Ondarroa fue un empujón, el punto final del partido llego seis minutos después. Vela, tras hacer una buena jugada, era objeto de falta dentro del área. Un penalti totalmente innecesario por parte de Paredes, quien prácticamente regalaba la victoria a los txuriurdin ya que el mexicano no fallaba desde los once metros.
Desde entonces, tranquilidad absoluta. La Real defendiéndose bien ante un Zaragoza impasivo, que no creo nada de peligro en todo el segundo acto pese a ir por debajo en el marcador. Todos sus intentos se reducían a disparos lejanos sin peligro alguno. Al igual que el año pasado, los de Manolo Jiménez han dejado una pobre imagen en Anoeta.
Respecto a los cambios, Montanier apostó, seguramente porque no le quedaba otra, por Javi Ros en lugar de un Zurutuza que volvía en el once. El de Tudela jugó con desparpajo, sin miedo y dejó buenas sensaciones. Desde luego merece más minutos. También tuvo minutos José Ángel, eso si, de extremo por delante de De la Bella. El asturiano pareció estar un poco perdido en ese puesto, que a todas luces no es el suyo. Por último, Ifrán tuvo sus minutitos.
El uruguayo entro aclamado por la afición, que le quiere ver muchos más minutos sobre el césped. Sin embargo, Montanier volvió a pegarle a la banda derecha, con Griezmann en punta, y ahí, el ex de Danubio no es igual de solvente que cerquita del área donde es un peligro constante. Parece ser que Montanier es la única persona que no lo ve y lo más preocupante es que parece que no quiere verlo.
Resumiendo, dos partidos en Anoeta, dos victorias. De momento le dan vida a la Real, que vive tranquila en la novena posición de la clasificación. Ahora queda pendiente la asignatura de siempre. Y para aprobarla tienen una nueva oportunidad la jornada que viene en el Ciudat de Valencia frente al Levante, conjunto que viene de perder en Málaga y que tiene compromiso europeo entre semana.
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