MIRAR POR EL CRISTAL

Hay que darle valor a lo que tiene valor. Y ganar sin ofrecer, ni mucho menos, tu mejor versión, lo tiene. Que nos quiten lo ‘bailao’. Es curioso, dependiendo del resultado los discursos varían sustancialmente, será que “todo depende del cristal con el que se mire”. No hay duda. Aquí nos congratulamos por haber derrotado a un Zaragoza que apenas inquietó pero que tampoco fue arrasado por las huestes txuri urdin. En tierras aragonesas, en boca de Apoño, están vendiendo que hay que mantener la calma, ya que ningún equipo les ha pasado por encima y que, de haber mediado algo de fortuna, incluso, se podían haber llevado el botín del empate de Anoeta. Somos así, dependiendo de los acontecimientos, llevamos nuestro discurso a donde más nos interesa. Lógico, tampoco es plan echarse piedras sobre nuestro tejado.

Partiendo de esta base, y dejando claro que mientras se gane estaremos encantados de la vida, hay que admitir que el partido fue de pijama y orinal. Para dormirse. Una primera parte infame conllevó un descanso reparador y una segunda mitad en la que dos chispazos de calidad, combinados con orgullo, benditos, sirvieran en bandeja el segundo triunfo de la temporada. Ganar por inercia no es sencillo y parece que, de un tiempo a esta parte, Anoeta comienza a tener esa esencia inexpugnable otrora desaparecida. Podemos darnos con un canto en las narices. Dos de dos en casa a la espera de la visita al Levante y un nuevo derbi en casa. Repetir el ritual del habitual en el Ciutat de Levante provocaría encarar el choque ante el Athletic con la misma sensación que ante el Zaragoza, la de tener que ganar para respirar algo de aire puro. Romper la tendencia y poner tierra de por medio con la históricamente nefasta racha ante los azulgrana supondría, sin embargo, un arreón de confianza tal que haría encarar el derbi como favoritos y la ilusión desatada. Porque el resto, lo doy por hecho. Me refiero a salir con el cuchillo entre los dientes y echando espuma por la boca para doblegar al eterno rival. Ahí sigue faltando un plus.

El margen de mejora debe ser grande. Las lesiones han impedido hasta ahora que Montanier pueda alinear en bloque al ‘once’ que la mayoría de nosotros, desde la grada, recitaríamos de memoria. Visto lo visto será difícil que el técnico francés nos de semejante gustazo. Porque está claro que cada partido es una historia y que puede darle un vuelco a su equipo titular en base a razones técnicas que, muchas veces, se nos escapan, se miren por donde se miren. Pero no vamos a desesperar. Este año, no. Salvo que los futbolistas hagan que cambie de opinión con el paso de las semanas, insisto, hay bastante mejor plantilla que la temporada pasada y no puede haber excusas para ser más ambiciosos. El principal error sería ponernos piedras en nuestro propio camino nosotros mismos. Y ahí a Montanier también hay que exigirle un plus. Porque, sin ir más lejos, seguir viendo a José Ángel en el centro del campo daña a la vista.

Claro que, según el cristal por el que se mire…

Convocatoria con ampollas

La convocatoria de Naniyazamo y Fuchs para el partido del Zaragoza ha llevado consigo un enorme debate en el entorno y las críticas al entrenador por dicha decisión han sido de todos los colores. No tengo nada en absoluto contra los chavales, vaya por delante. La elección de ambos, en un inicio, pareció una decisión para no perjudicar al filial, algo con lo que estoy completamente en desacuerdo, ya que lo importante es el primer equipo. Ahora, resulta que fue una decisión técnica por las características de ambos y que el propio Loren dio su bendición. Inexplicable. Osea, Montanier ve más capacitados a dos jugadores que no son titulares en el Sanse que a los que sí lo son. Algo no me cuadra.