La estadística de la Real en Granada no impresiona mucho por la ausencia de enfrentamientos directos entre ambos equipos durante 25 años de historia del fútbol moderno, pero la verdad es que los números son escalofriantes. El equipo realista solo ha sido capaz de vencer en una de sus 20 visitas, 15 en Primera División, tres en Segunda y dos en la Copa del Rey. El único gran éxito, que se produjo en imágenes en blanco y negro, llegó en la campaña 1969-70, cuando los blanquiazules se impusieron con un contundente 0-3, con dos tantos de Urreisti y otro de Aranbarri.
Desde aquel 11 de enero de 1970, la Real ha viajado en ocho ocasiones, siete de Liga y una de Copa, y ha perdido en todas ellas. Sus datos son significativos y no engañan; a los realistas no les sientan bien los aires de Sierra Nevada.
La confirmación y el recordatorio de la maldición granadina llegó la campaña pasada, la del feliz regreso a la elite de las andaluces tras un cuarto de siglo, cuando los de Montanier tuvieron la ocasión de conocer en dos ocasiones las instalaciones del nuevo Los Cármenes y sus visitas se saldaron con sonoras derrotas.
El balance en total es de 15 victorias del Granada, dos empates (en las campañas 1959-60 y 1968-69) y el citado triunfo txuri-urdin en Liga. A esto hay que sumar el 2-1 de la Copa del curso anterior y el 3-0 de la campaña 1944-45. El resumen de goles en los 20 encuentros es de 39 tantos locales por once de los blanquiazules.
Por otro lado y como muchas veces suceden en estos temas de estadísticas, los realistas quieren matar dos pájaros de un tiro este sábado, ya que, además de intentar romper con el maleficio, persiguen su tercera victoria consecutiva a domicilio tras sus éxitos ante el Málaga (1-2) y en Valencia (2-5). Un registro que no consigue desde la temporada 1993-94, cuando comenzó con fuerza la campaña lejos de Donostia con victorias en Pamplona 0-2 (Alkiza y Carlos Xavier), en A Coruña 0-1 (Alkiza) y en el Calderón por 1-2 (Luis Pérez y Kodro) en las jornadas 3, 5 y 7, respectivamente.
En el otro lado de la moneda, el positivo, hay que valorar que la Real ya no sufre tanto en tierras andaluzas. Desde que regresó a Primera en 2010, el conjunto txuri-urdin se ha desplazado en ocho ocasiones al sur con un balance global de tres victorias, un empate y cuatro derrotas. Los datos no son especialmente malos si se tiene en cuenta que, desde que alcanzó el ascenso, ha completado 49 salidas, en las que solo ha vencido en siete. Es decir, el 20% de los triunfos se sellaron en la otrora inasequible Andalucía. El último, sin ir más lejos, el 1-2 de Málaga que rompía con una racha de once meses sin ganar fuera.
No se puede olvidar tampoco que la Real se ha topado con dos rivales andaluces en estos tres años en la Copa y las cosas le han ido muy mal, al perder los dos encuentros en Granada y Córdoba.
Desde aquel 11 de enero de 1970, la Real ha viajado en ocho ocasiones, siete de Liga y una de Copa, y ha perdido en todas ellas. Sus datos son significativos y no engañan; a los realistas no les sientan bien los aires de Sierra Nevada.
La confirmación y el recordatorio de la maldición granadina llegó la campaña pasada, la del feliz regreso a la elite de las andaluces tras un cuarto de siglo, cuando los de Montanier tuvieron la ocasión de conocer en dos ocasiones las instalaciones del nuevo Los Cármenes y sus visitas se saldaron con sonoras derrotas.
El balance en total es de 15 victorias del Granada, dos empates (en las campañas 1959-60 y 1968-69) y el citado triunfo txuri-urdin en Liga. A esto hay que sumar el 2-1 de la Copa del curso anterior y el 3-0 de la campaña 1944-45. El resumen de goles en los 20 encuentros es de 39 tantos locales por once de los blanquiazules.
Por otro lado y como muchas veces suceden en estos temas de estadísticas, los realistas quieren matar dos pájaros de un tiro este sábado, ya que, además de intentar romper con el maleficio, persiguen su tercera victoria consecutiva a domicilio tras sus éxitos ante el Málaga (1-2) y en Valencia (2-5). Un registro que no consigue desde la temporada 1993-94, cuando comenzó con fuerza la campaña lejos de Donostia con victorias en Pamplona 0-2 (Alkiza y Carlos Xavier), en A Coruña 0-1 (Alkiza) y en el Calderón por 1-2 (Luis Pérez y Kodro) en las jornadas 3, 5 y 7, respectivamente.
En el otro lado de la moneda, el positivo, hay que valorar que la Real ya no sufre tanto en tierras andaluzas. Desde que regresó a Primera en 2010, el conjunto txuri-urdin se ha desplazado en ocho ocasiones al sur con un balance global de tres victorias, un empate y cuatro derrotas. Los datos no son especialmente malos si se tiene en cuenta que, desde que alcanzó el ascenso, ha completado 49 salidas, en las que solo ha vencido en siete. Es decir, el 20% de los triunfos se sellaron en la otrora inasequible Andalucía. El último, sin ir más lejos, el 1-2 de Málaga que rompía con una racha de once meses sin ganar fuera.
No se puede olvidar tampoco que la Real se ha topado con dos rivales andaluces en estos tres años en la Copa y las cosas le han ido muy mal, al perder los dos encuentros en Granada y Córdoba.
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