La Real Sociedad ha llevado a cabo la tercera sesión preparatoria de la semana en un día gris y acompañada de un nutrido grupo de aficionados. Philippe Montanier ha podido contar con todos sus hombres a excepción de Chory Castro, que sigue con dolores en la zona abdominal, y el chileno Claudio Bravo, que aterrizará en San Sebastián mañana a las 17.00h tras derrotar a Uruguay esta madrugada en el partido de clasificación para el Mundial de Brasil (2-0).
El entrenamiento se ha desarrollado en medio de un gran ambiente, tanto en la grada como en el césped. El balón ha sido el protagonista, hecho que los realistas han aprovechado para hincharse a marcar goles. Imanol Agirretxe y Carlos Vela han estado especialmente acertados de cara a la portería en el triangular que han disputado y varios de sus golazos han provocado los aplausos de la grada. Eso sí, prácticamente todos los jugadores se han marchado a casa con un buen sabor de boca. Se han visto infinidad de goles, de todas las formas y colores, mostrando el gran estado de forma en el que se encuentra la plantilla txuri urdin: trallazos, tiros colocados, de cabeza, vaselinas... Además, José Ángel ha dejado una virguería para el recuerdo que también ha terminado entre las mallas y Zubikarai se ha lucido con un paradón "al estilo Valdés", según han comentado los presentes en referencia a la jugada en la que el portero culé salvó los muebles anoche en el Francia-España.
La cantidad de tantos que se han visto en todos los entrenamientos de la semana y los registros goleadores de la Real esta temporada invitan a pensar que los donostiarras sumarán el gol 3.000 del equipo en los próximos dos encuentros: En Cornellá ante el Espanyol o frente al Málaga en Anoeta. El cuadro guipuzcoano suma ya más tantos que los logrados por la Real subcampeona a estas alturas y es el cuarto máximo realizador debla Liga, a un tanto del Atlético de Madrid. Sólo falta por saber qué jugador escribirá su nombre en la historia realista tras Mendiluce, que hizo el gol 1.000 la temporada 1967-1968 ante el Athletic, y Larrañaga, que logró el 2.000 y sirvió para que la Real derrotara al Sevilla en Anoeta (2-1) en 1990. Candidatos para conseguirlo no faltan.
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