La Real derrotó en 2007 al Málaga, que se presentaba como líder de segunda, con un boceto de su actual proyecto
A nadie que siga su actualidad en los últimos años le puede sorprender que el domingo la Real saltara a Cornellá con una alineación compuesta por diez canteranos. A este dato ya de por sí impresionante y de un mérito incuestionable, sobre todo si se tiene en cuenta que es el actual cuarto clasificado de la Liga, hay que añadir otro de parecido valor: nueve futbolistas del once participaron activamente en el ascenso de hace tres años.
Justo cuando regresa un Málaga de Champions a Anoeta es un buen momento para recordar el origen de este proyecto que ha ido quemando etapas hasta convertirse en el más ilusionante de los últimos 25 años en la historia del club. Una vez perdida la categoría en 2007, con una plantilla en la que había minoría de gente de casa, la Real no tuvo más remedio que hacer borrón y cuenta nueva. En parte obligada por las penurias económicas, la entidad txuri-urdin decidió regresar a la filosofía que tantos éxitos le había proporcionado a lo largo de su centenaria historia y que se basaba en el trabajo de Zubieta. Sin apenas refuerzos, más que los futbolistas que subieron del Sanse, entre los que estaba gran parte de la generación del filial que luchó por el ascenso a Segunda.
El caso es que el 25 de noviembre de 2008 una Real en decimocuarta posición, que no acababa de adaptarse a la categoría, recibía a un intratable Málaga, que comandaba la clasificación y que le sacaba trece puntos. Chris Coleman alineó un equipo compuesto por nueve futbolistas salidos de Zubieta más Gerardo y Delibasic. El riojano se lesionó a los cuatro minutos, por lo que dejó su plaza a Castillo, que había regresado de una cesión en Las Palmas.
Los blanquiazules dieron la primera alegría de la temporada a sus sufridos aficionados, al arrollar al líder desde el primer momento. El recordado Aranburu adelantó a los suyos a los 8 minutos con un buen disparo desde fuera del área y en el tramo final del choque Carlos Martínez se estrenó como goleador txuri-urdin al rematar en plancha y bajo la lluvia una falta sacada con rapidez por Xabi Prieto. El lateral reconoció ayer que no lo olvidará nunca: "Fue hace muchos años. Siempre guardaré un gran recuerdo, porque fue mi primer gol con la Real. Nunca lo olvidaré". A falta de cinco minutos para el final, Díaz de Cerio sustituyó a Delibasic, por lo que durante tres minutos, hasta que salió Novo, la Real jugó con once futbolistas formados en su propio vivero.
La consolidación del proyecto no fue sencilla. Primero llegó el fallido intento de ascenso con los refuerzos que trajo Badiola. Luego llegó Lasarte que introdujo dos piezas claves para este equipo, como son Zurutuza y Griezmann. Con el regreso a Primera y tras un año de transición, Montanier apostó por una dupla que se ha asentado sin peajes en el primer equipo, Illarramendi e Iñigo, y le dio la confianza necesaria a Agirretxe. Por si fuera poco, Pardo deja una perla cada vez que aparece y el fichaje de Vela se ha convertido en la principal arma para marcar diferencias. La Real y su proyecto enamoran, pero todo nació en una lluviosa noche ante el Málaga.
REAL: Riesgo; Carlos Martínez, Ansotegi, Mikel González, Gerardo (Castillo, m. 4); Dani Estrada, Elustondo, Markel Bergara (m. 88, Novo), Aranburu; Xabi Prieto; y Delibasic (m. 85, Díaz de Cerio).
MÁLAGA: Goitia; Jesús Gámez, Jesule, Weligton, Rossato (m.73, Calleja); Carpintero (m.45, Gerardo); Paulo Jorge (m.68, Salva), Antonio Hidalgo, Apoño, Eliseu; y Peragón.
Goles 1-0, m. 8: Aranburu. 2-0, m. 72: Carlos Martínez.
Árbitro Llorente Carcedo (Colegio Castellano y Leonés). Expulsó a Eliseu.
Estadio Anoeta. Partido disputado el 25 de noviembre del año 2007. Jornada 14 de Liga de la temporada 2007/08, en la que el Málaga era líder y la Real decimocuarta, a trece puntos.
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