El Diario Vasco |
http://www.elconfidencial.com/deportes/clausula-rescision-futbol-jugador-directiva-club-irpf-20110119-73715.html
El negocio para la Real era o es bueno en ese caso, aunque es difícilmente defendible por "evadir legalmente" el pago de impuestos evitando engordar el erario público. Si sabes que el Real Madrid va a pagar la cláusula, es una opción a considerar -obviando el tema ético y más en el actual contexto-. Pero la cuestión es que el Real Madrid no paga cláusulas -ni siquiera en el marco del fichaje de Figo; Gaspart y Florentino se compincharon para hacerla vía traspaso, aunque se vendió al público como el abono de la cláusula-. Y eso es lo que enfada. Que Aperribay accediese a que el Real Madrid se ahorrase varios millones en impuestos cuando ha defendido que no hay ningún jugador en venta. Eso duele. Él lo negará próximamente pero los diversos medios, nacionales, internacionales y locales, así lo han recogido. Todos coinciden. Hay quien piensa que es la masa mediática al servico de Florentino. Yo no lo creo. Tengo mi opinión, pero habrá quien crea la versión del presidente, y es igual de lícito. Eso ya es cuestión de voluntad. El asunto es -y sirvan estas imágenes adjuntas de ejemplo-. ¿Mienten todos? ¿Medios catalanes, medios públicos, medios privados, medios regionales y madrileños?
En paralelo a que prensa, televisiones y radios diesen por hecho el fichaje de Illarramendi, las redes sociales se incendiaron. Recalcando que era inaceptable, y mucho menos el año del reto de la Champions, facilitar lo más mínimo al Real Madrid el fichaje de tu mejor jugador y emblema. Por eso, y a la espera de los acontecimientos, no descarto que Jokin Aperribay haya dado marcha atrás a dar facilidades al Madrid, abrumado por una afición que sabe que sin Illarramendi la Real es otra cosa. Mi enfado no desaparece, porque la Champions exige máxima ambición y porque este proyecto deportivo hay que mantenerlo con uñas y dientes. No desaparece porque el ambiente está muy enrarecido, con debates sobre IVA e IRPF en el que los futboleros nos encontramos como pulpos en un garaje. Sin obviar la marejada en el vestuario y la imagen de Asier Illarramendi, que queda dañada tras este affaire, por saberse su intención de fichar por el club blanco -no a cualquier precio, dejando 30 millones en las arcas y sin forzar la situación, que quede claro-.
Pero si esta complicación o ruptura de las negociaciones -a estas alturas, nadie puede negar la palabra "negociación"- implica que Illarramendi siga, personalmente correré un tupido velo con Aperribay, sabedor de que no volverá a repetir un error de semejante calado. Es más, aplaudiré su tardía defensa a ultranza del "o la cláusula, o nada". Hay un daño ya irreparable y un error de bulto, amén de "manifiestos desprecios a la verdad", pero el mayor de los perjuicios sería que Illarramendi dejase la Real, y si se evita, como me decía un twittero en privado, "a la mierda con todo". Y si no se evita, que al menos paguen hasta el último céntimo. De verdad, no sé cómo pudo pasar por la cabeza del presidente negociar con el Madrid para que el club blanco pagara menos y a plazos. Pero como decía, rectificar es de sabios y de ser así, bien por Aperribay.
El presidente de la Real debe tener clara una cosa. No debe hablar con el Real Madrid, no debe descolgar el teléfono para nada que tenga que ver con Illarramendi. El de Mutriku es jugador de la Real Sociedad al menos hasta 2018. Si alguien llega a un acuerdo con el jugador y deposita el montante de su cláusula en la LFP, se lo llevará. Pero ése no es nuestro asunto. La Real debe reforzar su plantilla ante una temporada que va a ser muy larga y en ningún caso facilitar la fuga de nuestros mayores talentos. Es de cajón. Por eso las redes sociales se incendiaron. Quizás las redes no eviten que Illarra se marche al Madrid, pero puede que gracias a ellas, a la presión popular, Aperribay haya dado marcha atrás en las negociaciones para facilitar el pago del Madrid... O no. O ya veremos, porque me parece que a este culebrón todavía le quedan capítulos. Y desgraciadamente, sigo viendo a Illarra en el Madrid. Que es el verdadero drama, deportiva e institucionalmente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario