Desaparecen las rayas azules de la camiseta de Illarra. Ayer se hacía oficial el fichaje de Illarramendi por el Real Madrid por seis temporadas (38 millones de euros) poniendo fin a semanas de rumores, presiones y falsas esperanzas.
Por fin se desveló el secreto
mejor guardado de la novia más deseada: el vestido será blanco impoluto. Justo
el día después de la presentación de la nueva camiseta de la Real, supimos que la
taquilla de Illarra no tendrá la suya esperándole hoy.
Los esfuerzos de la afición por
convencer al jugador desde las redes sociales o en las gradas de Zubieta no ha
servido sino para demostrar el cariño y agradecimiento a años de dedicación al
club. El #Illarranotevayas ha dado la vuelta al mundo y ha unido las voces de
una ilusión que hoy se desvanece.
No sé si importa demasiado si se
ha pagado IVA o IRPF. La realidad es que el ‘8’ se queda vacante, que el nido
se nos queda vacío y que la Real deberá gestionar sus recursos para intentar
que la pérdida sea lo menos traumática posible para el funcionamiento del
equipo.
Borrón y cuenta nueva y a centrar
esfuerzos en esta pretemporada que será antesala de un año bonito que debemos
disfrutar porque es el premio al trabajo bien hecho.
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