Racing de Santander 0 – 0 Real Sociedad: Un Domingo Sin Ti….
Habíamos
quedado a las 19:30h y mis amigas llegaban tarde. Estaba esperándolas en la
calle a pesar del frío porque si entraba yo en el bar donde habíamos quedado,
alguien debería subirse en la barra para que cupiéramos todos: ¡¡quién dijo
crisis!!
De repente, mientras maldecía nuestra suerte y babeaba viendo desde el
cristal empañado la bandeja llena de montaditos que llevaba el de la chaqueta
verde, me di cuenta de que una mesa estaba a punto de quedarse libre. Me colé
entre la gente en plan Messi, haciendo un quiebro al camarero, doblando por la
izquierda a una señora con el pelo blanco y enganchándome en el paraguas de la
del de abrigo rojo, hasta llegar la primera a la mesa vacía. ¡Poco me faltó
para celebrar mi triunfo como la del anuncio de Guaraná!
Satisfecha,
les envié un whatssap para compartir mi éxito justo en el momento en el que
entraban por la puerta. ¡Oh, qué buena suerte! Encima enfrente de la tele y
sólo quedaban diez minutos para que empezara el partido.
Te vi saltar al campo
con tu camiseta amarilla y saludar al árbitro mientras recitaba la alineación
completa con la que ibas a presentarte ante el Racing. ¿Se podía ser más feliz?
Pues si, mi felicidad fue plena cuando vi llegar nuestra bandeja llena de
montaditos y patatas fritas. ¡Así, sí!
En
el momento en el que el árbitro pitaba el inicio, me di cuenta de que estaba
puesto Marca Tv..."¿Marca Tv?" Pero si esos no televisan los par-ti-d…...¡¡¡noooooo!!!
¡¡¡¿¿¿POR QUÉ???!!!"
Desapareciste de la tele y en tu lugar apareció una mesa
redonda con periodistas deportivos en plena ronda informativa. ¡Qué
frustración! No os podéis imaginar la cara de tonta que se me quedó. Es como ir
a una tienda de chuches con tus padres y que te digan “hoy coge TODO, TODO, TODO lo que quieras”, llenar una bolsa
gigante, mirarla con tanto deseo como ahora miras a Chuck el de Gossip Girl y
darte cuenta de que ha sido un sueño. ¡¡¡cuántas veces habré soñado algo así!!!
Con lo de las chuches eh!!!... Bueno, y con Chuck también, no os voy a engañar,
pero tampoco os lo voy a contar todo...
Lancé
un 112 y en menos de nada, ya tenía a Mi
Otro Yo al otro lado del BlackBerry Messenger y a mis chic@s de Facebook
dispuestos a tenerme puntualmente informada. No escuché muchos “bip-bip´s” ni
“tirororí´s”, señal de que no se movía el marcador o de que no pasaba nada
interesante que mereciera la pena ser destacado.
Entre
montadito y montadito, supe que Antoine Griezzman volvía a derrochar casta y
ganas demostrando que está entregado a muerte a la Real; que el árbitro volvía
a ser protagonista dejándonos con uno menos por doble amarilla a Iñigo
Martínez; que Montanier esperó demasiado para realizar los cambios en una
lectura de partido de nuevo más que dudosa; que Diego Ifrán quiso pero no tuvo
tiempo de darnos una vez más el gol de la victoria y que, aunque la tuvimos en
nuestras manos (o en las botas de Antoine) el pitido final sentenció el 0-0
definitivo.
Un
Whatssap en conexión directa con El Sardinero, me informó de que los txuriurdines que habían dado calor a la grada en la fría noche de diciembre,
habían sido retenidos durante más de 35 minutos como medida de precaución
dentro del estadio, a pesar de que no se habían producido incidentes ni durante
el día ni durante el partido.
Dos
semanas antes, en algún bar de lo viejo, me encontraba con mi rubia y firmé el
empate con su amiga santanderina mientras nos bebíamos un mojito. ¡Así que lo
que el Mojito ha firmado, que no lo estropee un gol en contra! Con este punto,
cerramos el 2011 liguero con la mente puesta en Santo Tomas, en nuestra noche
de copas y en las vacaciones de Navidad.
Me
encanta ese bar, pero recordadme que no vuelva a ir en día de partido que no
quiero quedarme Ni Un Domingo Sin Ti!
¡¡¡¡¡FELIZ
NAVIDAD!!!!!
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