Una Real Sociedad claramente superior regaló un punto a un Racing de Santander incapaz de crear peligro en la portería de Bravo a pesar de jugar con un hombre más. Pésimo arbitraje de Velasco Carballo que dejó a los visitantes con uno menos y no quiso expulsar a Adrián por una entrada a Carlos Martínez en la que no fue a por el balón.
Se enfrentaban dos conjuntos en racha. El Racing de Santander, tras la dimisión de Héctor Cúper había firmado cuatro de los últimos seis puntos.
La Real Sociedad de Montanier llegaba tras dos victorias y un empate en liga y una goleada, 4-1 al Granada, en Copa.
El partido comenzó careciendo de ritmo, las jugadas no se podían casi trenzar en un terreno de juego pesado, mojado y embarrado donde las largas posesiones y las conducciones se hacían prácticamente imposible.
El Racing salió de inicio con un 4-5-1 que conformaban, Toño bajo palos, Álvaro, Torrejón, Bernardo y Cisma en defensa con Colsa y Diop en el doble pivote. A un lado Arana, al otro Munitis y de media punta Adrián González por detrás de Stuani quien debió ser expulsado por agredir a Iñigo Mártinez.
El cuadro de Montanier sólo contaba con una novedad respecto al once de los buenos resultados, la baja de Gorka Elustondo por lesión y sanción hizo que Vadim Demidov que venía evidenciando serios problemas para ser central, actuara en la posición del ‘4’ realista y fuera el encargado de crear fútbol.
Bravo volvió a ser el portero con Martínez en un lateral, Mikel e Iñigo en el centro y Dani Estrada de lateral izquierdo. El ya citado Demidov actuó de pivote ayudado por Aranburu y Zurutuza que se perdieron en un campo poco propicio a su fútbol de conducción. Vela estaba a un lado, Griezmann al otro y arriba, como un islote, Imanol Agirretxe.
Desde un principio se vio que Velasco Carballo estaba dispuesto a tener esa dosis de protagonismo que no tiene que tener un árbitro y amonestó a los tres primeros jugadores locales que hicieron una falta.
Se le olvidó la roja para Adrián por una entrada criminal a Carlos Martínez sin opción de tocar balón. Lástima que luego se acordara de ella.
La primera ocasión clara fue de Antoine Griezmann que fue, de largo, el mejor del partido.
Tras un buen pase a la espalda de la zaga racinguista, el jugador de Macon disparó fuerte y su lanzamiento se fue a la base del palo derecho de la meta de Toño.
Avisó la Real y respondió el Racing con una pared entre Adrián y Stuani que no pudo materializar el charrúa por culpa de una buena intervención del meta realista, Claudio Bravo.
Griezmann lo volvió a intentar desde dentro del área pero su disparo lo rechazó Toño mientras Agirretxe le pedía el balón para empujarlo a puerta vacía.
Poco antes del descanso llega la polémica. No se pudo ver por la televisión pero se asegura que Stuani agredió a Iñigo Martínez lo que provocó que Demidov fuera a pedirle explicaciones. Tarjeta para cada uno, lo más sencillo aunque Velasco Carballo, que sabía que el Racing llevaba con esa tres tarjetas, amonestó también a Iñigo Martínez por recriminarle al linier no haber pitado la supuesta agresión. Recibes el gol y de premio, amarilla. Le buscaron la segunda antes del descanso al canterano realista pero se llegó así a las casetas.
A los ocho minutos llegó Velasco Carballo para ayudar a un Racing que no metía miedo ni jugando en casa con su público, ese público al que se le escuchó más alto el “puto vasco el que no bote” que los ánimos a sus jugadores.
Iñigo Martínez se cruza con Diop y el pivote del Racing deja la pierna atrás para contactar con él y al notar un leve contacto se deja caer como si le hubieran dado la patada de su vida. Segunda amarilla para Iñigo casi sin hacer nada. Ver para creer.
A pesar de jugar 37 minutos con un hombre más, el Racing demostró que no tendrá fácil salir de atrás pues pudo y debió perder el partido aún jugando en superioridad.
Antoine Griezmann, quien sino, pudo hacer el gol del año en el área local tras sentar a cinco defensas en una jugada maravillosa. Finalmente Toño pudo sacar el balón.
Tras la expulsió de Iñigo, Montanier cometió un error con lo cambios, otro más. Al estar Demidov en el campo parecía lógico pensar que el noruego se ponía de central y se pasaba a un 4-4-1 pero desperdició un cambio dando entrada a McDonald Mariga por Mikel Aranburu. El keniata no aportó más que el capitán y se perdió la oportunidad de jugar con Pardo, con quien se debía jugar.
La entrada de Prieto por Agirretxe fue el segundo error del galo. Primero por meter a Prieto antes que a Ifrán que está en racha y segundo por quitar al ‘9’ cuando el partido estaba para colgar balones más que para conducirlos. Volvió a colocar a Vela en punta una posición que ni le gusta ni le va bien. Además tardó demasiado, como siempre, en sentarle cuando Vela no podía más.
Salió Ifrán en el 82 y en la primera jugada pudo hacer el 0-1. Su garra contagió levemente al equipo que dejó marchar una buena ocasión para vencer pese a jugar con un hombre menos.
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