CARTA A MONTANIER

Estimado Sr. Montanier,
…¿Estimado? No puedo empezar una carta mintiendo, porque está claro que Montanier, estimado estimado no es. Bueno, volvamos a empezar.

Muy Sr. mío,
... ¿Mío? No, va a ser que no, yo ya tengo mi señor y ese sí que es muy mío, pero el francés como que no. Otro intento.

Distinguido Sr. Montanier,
... ¿Distinguido? Aquí no ha sido distinguido, y como va el tema tampoco creo que lo vaya a ser. Joder, qué difícil es esto de escribir una carta formal. Pues en vez de ser una carta formal tendrá que ser más una carta a mi estilo. Espero que no se moleste mucho Montanier por mis formas pero mentir... ¡a una desde niña le enseñaron que no se debe mentir!

Hola Montanier,
Me dirijo a usted para mostrarle mi más enérgica queja por lo que usted está haciendo con nuestro club. Posiblemente a usted no le importe mucho porque al fin y al cabo usted cobra, y mucho, a fin de mes, pero está jugando con unos colores, un escudo y unos sentimientos de toda una provincia. Somos nosotros, los aficionados, los que sufrimos por las decisiones que usted toma antes de cada partido.

Ya sé que es usted el que tiene el carné de entrenador y que es un profesional, pero un título no quiere decir que uno sea bueno en su trabajo. Perdone el atrevimiento pero me parece que no lo está haciendo nada bien.
Partido va, partido viene, el malestar de los aficionados es patente. No conozco a nadie que comparta sus alineaciones ni sus esquemas. Pero eso no es lo único ¿Por qué se empeña en hacer los cambios tan tarde a pesar de ver que el equipo no está funcionando? ¿Por qué se empeña en no utilizar a jugadores que cuando han jugado han demostrado su gran valía? ¿Por qué entrega el partido antes de empezar? ( Bernabeú el ejemplo más reciente).

Insisto en que sé que es usted el profesional pero no lo está demostrando. Cuando un estadio entero le canta lo de “gabacho, mueve el banquillo” ¿no le da que pensar? A mí, personalmente, me haría reflexionar si alguno de mis alumnos me dijera cómo tenía que explicar un tema en clase.
¿O se imagina a un paciente enseñando a un cirujano cómo tiene que operarle? ¿o a un cliente diciéndole al mecánico cómo hacer el cambio de culata de su coche? ¿o acaso usted le explica al fontanero cómo tiene que hacer la recirculación de agua caliente? Pues eso es lo que le está pasando a usted. Todo el estadio le estamos intentando hacer ver que no lo está haciendo bien, que se está equivocando.

Los aficionados siempre damos nuestra opinión sobre los partidos y los jugadores. Cuando volvemos a casa en el autobús y comentamos los partidos hay tantas opiniones como personas pero esta temporada siempre coincidimos en su mala gestión del equipo. Ya sabemos que cada maestrillo tiene su librillo, pero el suyo no nos gusta y está claro que aquí no está funcionando.

Háganos un favor a los aficionados y a nuestro club: váyase dignamente y antes de que la situación se convierte en catastrófica y en tragedia, así por lo menos, no nos acordaremos de usted y de su familia como lo hacemos de Clemente o Lotina. Dentro de 10 años diremos que hubo un entrenador francés en la Real y con un poco de suerte habremos olvidado su nombre. Aquí ya ha hecho lo que tenía que hacer: Ha ganado un sueldo, ha comido de lujo y ha aprendido un idioma ¿qué más quiere?.

Sin más y aprovechando la ocasión para desearle una feliz vuelta a Francia,

Elisa Manterola ( socia, accionista, forofa y amante de la Real)