Philippe Montanier se plantó en La Rosaleda con la soga al cuello y su rival favorito en frente. El año pasado, dos goles de Vela e Ifrán -a cada cual más espectacular- le sirvieron al galo para mantener su puesto en el partido frente al Málaga y tras lo de ayer a ver quién le convence a Aperribay de que no debe seguir.
La Real se la jugaba y completó el mejor partido de la temporada y el mejor desde hace mucho tiempo. Con un Illarramendi estelar al mando de las operaciones y bien apoyado por Rubén Pardo, el equipo realista ganó en La Rosaleda a un equipo que entre semana empató con el Milán en San Siro.
El once de Montanier planteaba dudas en cuanto a la presión de los cuatro de arriba. Chory, Prieto, Vela e Ifrán coincidieron en el once titular por primera vez y se vaciaron. Chory robó un balón en el primer minuto, se lo dio a su amigo Ifrán y el charrúa asistió a Vela que hizo el 0-1. No había transcurrido un minuto y la Real ya ganaba a un equipo de Champions.
Zubikarai estaba baja palos, Carlos Martínez, Mikel, Iñigo y De la Bella en defensa. Illarra y Pardo ocupaban el doble pivote como hacía tiempo que muchos veníamos pidiendo, Prieto, Vela y Chory se intercambiaron constantemente los papeles en la línea de mediapunta y extremos y arriba Ifrán que cuajó un notable partido a pesar de no marcar.
Pellegrini fue todavía más ofensivo que Montanier y alineó a Willy bajo palos, Gámez, Onyewu, Weligton y Sergio Sánchez en defensa. Toulalan estuvo solo en la sala de máquinas con Portillo, Isco, Joaquín y Eliseu en una marcada línea de cuatro por detrás del 'Conejo' Saviola que jugó de nueve arriba.
La primera jugada de peligro la protagonizaron sólo tres jugadores. Tres zurdos. Chory robó. Ifrán recibió y la puso al área...y Vela la metió dentro. No había transcurrido el primer minuto entero y la Real ya ganaba, algo que colaboró decisivamente para que el equipo de Montanier tuviera calma. Después, "sólo" tuvo que mantener al Málaga alejado de la meta de Zubikarai.
Tuvo un par de acercamientos el equipo donostiarra pero fue el Málaga el que consiguió marcar. Antes del empate, un córner a favor del Málaga le sirvió a la Real para crear peligro. Un balón en largo que mantuvo Ifrán entre cuatro defensores pare ceder a Vela, que lanzó muy desviado.
Cerca del descanso llegó el gol malagueño. Una jugada por la banda derecha en la que Joaquín se fue como quiso de De la Bella provocó un córner que evidenció los problemas del equipo en el balón parado. Primero fue Carlos Martínez el que no acertó a despejar, después De la Bella el que fue incapaz de ponerse entre Saviola y la portería y se limitó a meter tímidamente la pierna. El 'Conejo' hizo el 1-1 en el minuto 37 gracias a la pasividad defensiva.
Poco después otro balón en el área le quedó a Isco que se encontró con Zubikarai que despejó bien un balón peligroso. Se llegó al descanso con el empate y Pellegrini movió ficha desde el vestuario. Ante la superioridad manifiesta de los txuri urdin en el mediocampo, el técnico chileno optó por dar entrada a Manuel Iturra en lugar de Gámez. Sergio Sánchez pasó a la derecha, Eliseu al lateral izquierda y el chileno se puso en el doble pivote con Jérémy Toulalan.
Nada más comenzar los segundos cuarenta y cinco minutos, Eñaut Zubikarai se llevó el primer susto. Un disparo desde la frontal que rebotó en Mikel e Iñigo que habían salido a taponar hizo un extraño y por el efecto óptico pareció colarse por encima del meta ondarrutarra pero lo paró con tranquilidad.
Con el Málaga partido, una jugada de los cuatro de arriba sirvió para desnivelar el marcador. Prieto condujo el balón, abrió a la izquierda donde recibió Vela que se la cedió a Ifrán. El de Cerro Chato pretendió devolverle la pared al azteca pero el balón lo cortó como pudo Onyewu. Ese como pudo se convirtió en una asistencia a un Xabi Prieto que volvió a demostrar que tiene horchata en las venas para sentar a Willy Caballero y hacer el 1-2 con Welligton bajo palos.
Con el 1-2 llegó el momento de Zubikarai. El meta vizcaíno no sufrió durante prácticamente todo el partido y con el 1-2 tuvo que emplearse a fondo para detener un disparo de Isco. En una parada poco habitual, Zubikarai detuvo con los pies en vez de lanzándose con las manos, un disparo de la estrella malaguista.
La Real siguió tirando contras con peligro. Vela y Chory Castro fueron un auténtico quebradero de cabeza para Sergio Sánchez y Cote, cuando salió, tuvo un disparo al larguero y una ocasión inmejorable cerca del área que falló por estar lejos de su sitio, en el extremo derecho.
Ifrán lo intentó de falta lejana antes de ser sustituido por Agirretxe y al final, Estrada jugó los últimos segundos por un Pardo exhausto que cuajó un partido perfecto. ¿Quién dijo que no podía jugar con Illarramendi?
La Real se hizo con tres puntos vitales para salir de unos puestos de descenso en los que le había metido la victoria del Granada en el Villamarín. Con 4 puntos de 6 posibles en las dos últimas salidas, es vital convertir Anoeta en un fortín de cara a las visitas consecutivas de Rayo y Osasuna, que vencieron ayer a Celta y Espanyol respectivamente.
Por culpa o como consecuencia de las bajas, Montanier puso sobre el verde un once con más calidad que nunca y respondieron con el mejor partido del año. Illarra estuvo sensacional al corte demostrando que no es necesario jugar con un destructor a su lado, que él puede destruir y crear a la vez. Lo demostró en un campo complicado como La Rosaleda y ante un rival importante.

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