Noches de Copas
Córdoba 2-0 Real: al filo de lo imposible.
Vergüenza, indignación, cabreo, bochorno son sólo ejemplos de las sensaciones que hemos tenido los aficionados de la Real tras un nuevo ridículo copero, esta vez contra el Córdoba. Lo peor de todo es que no nos ha pillado de sorpresa porque ya nos vamos acostumbrando a ser el hazmerreír de esta competición. Y si bien es cierto que aún quedan 90 minutos para la reacción, el fiel txuriurdin que ya está de vuelta de todo, no cree en una noche de victoria heroica como la que vivieron en mallorquines en Soint Moix.
¿Qué nos diferencia de aquel equipo que nos metió cuatro goles en ocho minutos? La temporada pasada un ilusionante 2-0 nos llevó a Mallorca con la clasificación en el bolsillo y un hipotético derbi en la siguiente ronda. Por primera vez, sentí la esencia de esta competición, los nervios de poder pasar a la siguiente fase, como en mundiales o eurocopas. Cuando nos adelantamos con ese 0-1 me vine arriba porque, llamadme ilusa, pero yo creí que se podía llegar muy lejos.
Sin saber bien cómo, el Mallorca, que necesitaba, cuatro goles para pasar, nos endosó seis. Así, sin despeinarse PERO CON UN PAR. El próximo 28 de noviembre, se nos presenta la ocasión de resarcirnos de aquél resultado bochornoso y vencer al Córdoba demostrando la casta, coraje, fuerza, orgullo y amor propio que nos mostraron los de la Isla, Pero, ¿nosotros lo tenemos?
Si planteara ahora mismo la pregunta ‘¿crees que se puede?’ estoy segura de que ganaría el NO. Ayer el Arcangel parecía Anfield, con una afición entregada que cantó a capela, como si fuera la afición de un gran club inglés, creando ambiente, imprimiendo carácter a los suyos porque, para ellos jugar contra el Barcelona es un caramelito de lo más dulce. Esa era su meta. Y a por ella fueron.
¿Cuál es la nuestra? Cuando vi sobre el papel la alineación que presentaba Montanier maldije a las televisiones por quitarme la oportunidad de ver a Ros, Pardo e Illarra juntos; a Jose Angel en la posición de lateral izquierdo y a Diego Ifrán por fin en el 11 de gala. Si. Me gustó el equipo. Pero las noticias que nos iban llegando se me antojaron parecidas al desastre provocado por Sandy.
Ni con titulares ni con suplentes conseguimos ganar fuera de casa y una vez más las imágenes de los fieles que acompañan al equipo en cada partido mostraban caras de tristeza y abatimiento. Una derrota puede ser fruto de un mal día; dos, coindicencia; tres mala suerte… pero cuando llevamos desde el 14 de enero sin ganar cosechando sólo cuatro empates es que algo no funciona.
Al finalizar el partido, Montanier dijo que ‘lo hemos hecho todo mal’. Me gusta la autocrítica pero, ¿qué vamos a hacer para que cambie? ¿Turismo por Córdoba? ¿Qué tiene esta ocasión de especial o de diferente para que veamos un cambio radical si llevamos pidiendo soluciones desde noviembre del año pasado? La afición está cansada, quemada, asqueada y con ganas de que rueden cabezas porque se nos ha vendido un proyecto ilusionante con una plantilla que nos encandiló en la pretemporada, con una línea ofensiva que prometía hacer cosas grandes… pero ni en liga ni en copa vemos ese salto de calidad, ni actitud ganadora, ni liderazgo sobre el césped.
A mi no me valen excusas de ‘nos queremos centrar el la liga’ o ‘la copa es una competición sin prestigio’ NO ME VALEN, porque si no le vamos a dar la importancia que tiene y vamos a darla por perdida sin jugarla, que lo digan, nos quitamos de copas y nos centramos en la liga, sin ilusionarnos ni cabrearnos….
El cabreo monumental de anoche está dando paso a un estado de derrotismo que no me gusta nada y yo no soy así… Pero cuando día tras día, partido tras partido te arrancan un cachito de tu alma, necesitas algo más que palabras para poder volver a venirte arriba. Y no hay tiempo para la reacción porque dentro de dos días viene el Espanyol.
Termino este artículo en un tono poco habitual en mi con una frase para la reflexión:
"Para alcanzar algo que nunca tuviste, tendrás que hacer algo que nunca hiciste"
A buen entendedor, pocas palabras bastan….
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