Porque si la Real no ganó el domingo en Madrid no ganará nunca. Parece incapaz de dar portazo a la historia. Cuando se cumple la lógica pierde. Cuando hace un partido aseado no es suficiente y pierde. E, incluso, hasta cuando marca tres goles y juega contra diez casi todo el choque, pierde. La semana pasada hablaba de ambición. Y, sinceramente, debo decir que la segunda mitad del Bernabéu no puede ser ejemplo de un equipo, de un club, que aspira a romper la tendencia y a hacer saltar la banca. En frente estaba el Madrid, sí, pero en esos 45 minutos lo más probable es que cualquier otro equipo también le hubiera pintado la cara, se llamara como se llamara. Y ni miedo escénico, ni el ‘norovirus’, ni gaitas. El equipo falló, otra vez, en el momento clave. De ahí que, a los hechos me remito, vuelva a hacer gala de una mediocridad que, al fin y a la postre, está superando en porcentaje a la calidad y fútbol de esta plantilla. Enfermedad que estamos condenados a padecer, parece.
Y quiero insistir en que es una verdadera lástima. Porque esta plantilla tiene cosas muy buenas, pero que no es capaz de mantenerlas con regularidad a lo largo de las semanas. Si a un jugador le dicen que va a meter tres goles en el Bernabéu y que su equipo ni siquiera va a puntuar no se lo cree. XP no se verá en otra parecida. Qué partidazo se marcó. Con todo, ahora la vista está puesta en la visita del Deportivo a Anoeta. Objetivo, terminar la primera vuelta con 28 puntos. El peligro, que te salga mal día y que todo el buen ‘karma’ con el que terminaste 2012 prácticamente se evapore en dos semanas en las que no has estado a la altura. Ganando, como siempre, el Bernabéu será parte de la historia, negra. Para paliar esa sensación de candidez y de falta de ambición que ha dejado el equipo ante el Madrid son necesarios tres puntos ante un rival al que hay que impedir que coja alas. Para su desgracia, dentro de unos años, cuando ya esté jubilado, en vísperas de los duelos contra el Madrid en Chamartín, desde las redacciones de los periódicos y las radios se pondrán en contacto con Prieto para entrevistarle por una hazaña personal no consumada por el conjunto. Con el tiempo será una anécdota. Hoy no puede sino ser un sueño convertido en pesadilla. Porca miseria. En fin. A ver si mantenemos el ‘karma’. Por nuestro bien.
Demostración de entrenador
Esta semana Montanier tiene ante sí una papeleta algo más complicada que lo que suele ser habitual. Las numerosas bajas en defensa por sanciones le van a obligar a presentar una retaguardia inédita, en la que, se va a ver obligado a reconvertir a Elustondo de central. Un examen para demostrar y acertar en una elección complicada, sobre todo, si encima, Bravo tampoco pudiera estar en la portería (aunque finalmente parece que forzará y jugará con molestias). Un papelón que conviene gestionar a la perfección y, sobre todo, dar en las teclas adecuadas para que el equipo no se resienta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario