Ningún sueño es imposible. Esa es la idea que tenemos que grabar en nuestra mente y nuestro corazón para afrontar con ilusión el dificilísimo reto que tiene la Real a partir de las 18h, recibiendo al hasta hoy invicto Barcelona de Tito Vilanova.
El 2013 no ha empezado bien para la escuadra txuri urdin, con un punto sobre seis posibles y la sensación de que chocamos siempre con el mismo muro: la imposibilidad de ganar a aquellos rivales que juegan a la defensiva. Estamos perdiendo muchos puntos por el camino y necesitamos volver a encadenar una buena racha de resultados si no queremos volver a perdernos en la mediocridad y a consolarnos con interesados balances dulcificadores. El objetivo de la Real es clasificarse para la Europa League y todo lo que no sea conseguirlo, nos dejará un poso de decepción.
No obstante, este fin de semana nos encontramos con un partido especial, en el que las ataduras clasificatorias no tienen relevancia.Nos visita el equipo que posiblemente practique el mejor fútbol del mundo, y en estas condiciones es cuando la Real se motiva de verdad. Los números del Barcelona asustan al común de los mortales. 19 partidos jugados, 18 victorias y 1 empate. 64 goles a favor y 20 en contra.Los culés están batiendo todos los records habidos y por haber y sus jugadores parecen sacados de unos dibujos animados, en especial Leo Messi.
Pero si hay alguien que le puede poner el cascabel a este gato, esa es sin duda la Real Sociedad. Podemos decir con orgullo que nuestro equipo es el único de toda la liga, que lleva dos temporadas consecutivas puntuando en su estadio ante el equipo culé..
Así como los culés se han exhibido en muchos de sus desplazamientos, cuando pasan por Donosti, se encuentran con un equipo que no le tiene miedo y que ha conseguido 4 de los últimos 6 puntos disputados:
· 2-1 en la temporada 2010-2011, con remontada y goles de Ifrán y Xabi Prieto.
· 2-2 en la temporada 2011-2012, con una remontada mágica en la segunda parte y levantar un 0-2.
Los tiempos de la alfombra roja han terminado, y los jugadores realistas tutean al gigante culé cuando nos rinden visita, con lo que podemos razonablemente tener un mínimo de esperanza aunque la lógica apunte de manera aplastante en favor del Barsa.
Existen también otros indicios que me hacen ser optimista para que podamos dar la sorpresa:
1- El Barcelona puede que reserve a algunos jugadores, teniendo en cuenta que tienen la liga prácticamente ganada, y que la próxima semana juegan un partido vital en Málaga en el que se jugarán su pase a las semifinales de la Copa.
2- Aunque ningún equipo ha conseguido puntuar en su estadio ante los culés, muchos estuvieron cerca de conseguirlo (Osasuna, Betis, Deportivo, Sevilla…..)
3- Las anunciadas inclemencias meteorológicas aunque perjudiquen a ambos equipos, a priori serán más dañinas para los blaugranas si no pueden practicar su habitual fútbol de toque y control.
Y no quiero terminar, sin hacer referencia al hecho de que en este partido debemos proteger algo muy valioso.
Cuando nos visita el At. Madrid y el Osasuna, sentimos que somos guardianes de un recuerdo. Cuando lo hace el Athletic, somos los guardianes de una filosofía sincera. Ante la llegada del Barcelona, la Real tiene que tener en su mente que sigue siendo el guardián de un record que aún nadie ha podido ni igualar ni superar: el de la imbatibilidad.
La mejor Real de la historia, fue capaz de no ser derrotada durante 38 partidos de liga consecutivos (los 6 últimos de la liga 78/79 y los 32 primeros de la liga 79/80).Este Barcelona que parece una divinidad, no ha sido capaz aun de superar este record. Hace dos años fue la Real quien precisamente evitó que lo hiciera derrotándole por 2-1
En estos momentos, el Barcelona acumula 23 partidos de liga consecutivos sin perder (los 4 últimos de la liga 11/12 y los 19 primeros de la liga 12/13). Necesita al menos no perder en los próximos 16 partidos de liga, para superar nuestro record. En manos de la Real vuelve a estar la posibilidad de custodiar ese hito que con mimbres mucho más humildes que los de este Barsa, pudo conseguir nuestra generación de oro.
Respetando el potencial del Barcelona, nuestros jugadores tienen que saltar al campo con la convicción de que pueden convertir a las estrellas azulgranas en personas de carne y hueso. ¡¡Podemos!!.
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