La Real afronta el domingo la prueba más complicada de lo que le resta de temporada. Los donostiarras visitan el Calderón, el fortín más inexpugnable de la Liga, donde su anfitrión, el Atlético de Madrid, ha vencido todos sus encuentros. Los de Simeone son los únicos locales del campeonato que cuentan sus encuentros con victorias.
Antes de analizar las sobresalientes estadísticas de los colchoneros que, cuanto menos, infunden respeto, resulta preferible arrancar con un dato que invita al optimismo. La Real es el último visitante que ha arrancado un punto del Manzanares en partido de Liga. Los donostiarras visitaron el templo atlético el 2 de mayo del año pasado y se llevaron un más que merecido empate gracias a un gol de Vela en el descuento. El buen juego que desplegó y el dominio territorial que ejerció sobre un adversario que pocos días después aplastó al Athletic en la final de la Europa League invitó a pensar que algo muy bueno estaba por llegar esta temporada.
EL ÉXITO DE SIMEONE
Campeón de la Europa League
No parece extraño que el Atlético renovase ayer a Simeone y sus ayudantes por cuatro temporadas más. Nunca en la historia del club rojiblanco un entrenador había prorrogado su vinculación por tanto tiempo a un entrenador, lo que demuestra que la confianza en su trabajo es total.
Los números le avalan. Desde que la Real se llevó el citado punto, sus jugadores han sacado adelante 14 encuentros consecutivos ante su parroquia. Pero sus espectaculares números no acaban ahí. Los atléticos no han encajado ningún tanto en los últimos ocho choques en el Calderón. En sus dos últimos duelos solo ha sido capaz de vencer por la mínima a Espanyol y Betis, pero también es verdad que ninguno de ellos fueron capaces de generarle casi ninguna ocasión para marcar.
En su lista de damnificados figuran conjuntos importantes que han sufrido severos correctivos como el Athletic y el Sevilla (4-0). O como el Deportivo, que encajó la mayor goleada con un 6-0 en el que Falcao marcó cinco goles.
Una de las claves del duelo puede residir en adelantarse en el marcador, algo que no ha conseguido ningún visitante en lo que llevamos de campeonato. La explicación a este dato llega en que sus salidas a los partidos suelen ser fuertes y dominantes y que, cuando consigue ponerse por delante en el marcador, no tiene ningún problema en cerrarse atrás para buscar los contragolpes. Estos planes los ejecuta a la perfección. No resulta descabellado catalogarle como el mejor conjunto a nivel táctico de la Liga, al tener las ideas claras y jugar de memoria.
Es más, visto el bache en el que ha entrado el Barcelona y su facilidad para entrar en un proceso de autodescomposición, y después de ver sus gestos de desesperación en varios momentos de su último encuentro en Málaga, donde empataron a cero, seguro que Simeone considera factible lograr el título de Liga. Su equipo es actualmente segundo a once puntos de los azulgrana y con dos de ventaja sobre el Real Madrid, que por primera en muchos meses se le ha puesto a tiro. Los dos tienen que pasar por el fortín del Calderón. Además, contra sus vecinos disputará en mayo la final de la Copa del Rey.
Otra circunstancia que ha corrido en contra de la Real es que si no hubiera caído en la Europa League frente al Rubin Kazan, este jueves afrontaría frente al Levante la ida de los octavos de final, lo que habría podido desconcentrarles.
TRISTES RECUERDOS
Un estadio maldito
El Manzanares es uno de los estadios más malditos en la historia txuri-urdin. Y no solo porque en 1998 muriera asesinado por un miembro del Frente Atlético Aitor Zabaleta. Los realistas solo han sido capaces de vencer cinco veces en sus 60 visitas al coliseo del sur de Madrid. El resto de su paupérrima estadística es de trece empates y 42 derrotas.
La última victoria txuri-urdin se produjo el año del subcampeonato, la 2002-03, cuando dos tantos de bella factura de Tayfun y Kovacevic, de cabeza, dieron la vuelta al tanto inicial rojiblanco. El encuentro se recuerda también porque Westerveld detuvo un penalti a Fernando Torres. Para encontrar el anterior triunfo hay que remontarse hasta la campaña 1992-93.
En lo que respecta a goles, el dato habla por sí solo: los donostiarras han anotado 59 dianas, frente a las 147, más del doble, que les ha endosado el Atlético.
Por supuesto que ninguno de los actuales realistas conoce lo que es ganar en el Calderón. Uno de los que mejores recuerdos guarda es Bravo, que completó una gran actuación en su primera aparición, el año del descenso con otro empate. Seguro que tomarán el 1-1 de la pasada campaña como referencia para motivarse en un duelo que genera la máxima ilusión.
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