La Real Sociedad tiene pinta de equipo campeón. Espectacular la campaña que ha realizado hasta la fecha batiendo registros anotadores y regalándonos partidos memorables como el de la jornada 11 ante el por entonces líder imbatido Junior FC, que había recibido tan solo ocho goles en diez partidos y que se fue de Bera Bera con un 6-0 en la mochila, arrebatándole así la primera posición la escuadra txuri urdin. O la máxima goleada que ha conseguido nadie esta temporada ante el Universidad de Sevilla en la capital hispalense (0-10)… A estos registros hay que sumarles la victoria del sábado ante el Club de Campo, actual campeón de Liga y Copa que le permiten asegurarse la primera posición de la liga regular y afrontar los playoff por el título con el factor campo de cara.
Y no fue fácil. Victoria muy trabajada ante un gran rival como es el Club de Campo. Partido muy parejo en todos los aspectos si bien llevó mayor iniciativa la Real Sociedad. Primera parte muy cerrada con posesiones muy largas por parte de las madrileñas y en la que los dos conjuntos mostraban sus reticencias a irse a por el partido de una forma clara, teniendo la mejor ocasión el Club de Campo a tres minutos para la conclusión del primer acto debido a un claro penalti corner cometido por la capitana Maite Azkoaga que le costó la tarjeta amarilla y la expulsión temporal.
Pero no supieron sacarle rédito las madrileñas y a los nueve minutos de la reanudación Poli Guajardo abría el marcador para las donostiarras al culminar una gran internada por banda derecha de Patricia Maraña. Era el 1-0. A partir de ahí el encuentro aumentó de revoluciones y pasó a ser de ida y vuelta, sin un dominio claro por parte de ninguno de los dos conjuntos. La Real pudo aumentar su ventaja pero María Gómez falló a puerta vacía desperdiciando un gran regalo de Poli Guajardo.
En el minuto 24 llegaría el empate del Club de Campo al transformar, esta vez sí, el segundo penalti corner. Jarro de agua fría que ni mucho menos pareció afectar a las txuri urdin, que siguieron a lo suyo hasta que, a tan solo cuatro minutos para la conclusión, Lucía Ybarra hizo el 2-1 al transformar un penalti corner tras golpear su disparo en una jugadora rival y elevarse la bola. Victoria que suponía para las txuri urdin una inyección de autoestima ante un rival que el año pasado les ganó todo, y al que este año ya saben lo que es batirle y al que tienen ganado el golaverage, además de haber estado por encima de ellas durante toda la temporada.
Se acusó el esfuerzo ante el SPV
Partido marcado este por el conservadurismo del SPV, que se dedicó a estar bien ordenado e intentar montar contras y encomendarse a su vez a que la lanzadora de la selección Lola Riera acertase en su especialidad, el penalti corner. Primera parte tranquila y sin gran ritmo ni ocasiones. A la vuelta de vestuarios las de Julian Barceló dieron un paso al frente, y pese a un equipo debilitado y corto de plantilla, se dispusieron a llevarse el gato al agua. Pero no hubo manera, ni siquiera en los últimos quince minutos de partido en que el acoso y las ocasiones donostiarras fueron una constante, no estando acertadas tampoco en el lanzamiento de dos penalti corner consecutivos en este último tramo de partido.
Las jugadoras madrileñas celebraron el punto conseguido como si de una victoria se tratase, al asegurarse prácticamente su presencia en el playoff y ser el primer equipo que se lleva algún punto de su visita a Bera Bera. El Club de Campo por su parte, también acusó el esfuerzo del día anterior y tampoco pudo pasar del empate (1-1) en Santander ante un rival de la zona baja como es el Cajacantabria Sardinero.
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