La continuidad de Philippe Montanier al frente de la Real Sociedad es el tema del día en San Sebastián, después de que un diario francés haya anunciado el interés del Stade Rennes del millonario francés Pinault en contratarle. Dicho medio anunció el miércoles que existía un acuerdo entre el club y el entrenador galo para las próximas tres temporadas.
Así las cosas, el máximo mandatario de la Real, Jokin Aperribay, no se ha sorprendido por el presunto interés del Rennes en Montanier, aunque sus declaraciones tras recoger el premio de la Cámara de Gipuzkoa a la Gestión Empresarial sí han sorprendido: “Era previsible que surgieran rumores. Lleva dos años aquí y hay mucha gente que quiere volver a casa. Ya veremos. Ya dijimos hace tiempo que nos sentaríamos con él a final de temporada. La Real tiene que asegurar el futuro en cualquiera de las circunstancias. Nos gustaría que Montanier siguiera, pero la Real no se acaba ni con Montanier ni con Aperribay ni con nadie”.
El presidente ha añadido que “la Real representa a Gipuzkoa, a sus aficionados. Representa una ilusión y seguro que a partir de la próxima campaña hay futuro. Lo que tenemos que hacer es seguir trabajando para terminar la Liga lo más arriba posible”. Aperribay también ha tratado de restar importancia a un asunto extradeportivo y ha tratado de centrar su discurso en los objetivos del equipo: “Lo que toca ahora es apretar los dientes. Tenemos al Granada el lunes, luego vamos a Sevilla, viene el Real Madrid y viajamos a La Coruña. Y debemos acabar con la sonrisa que tenemos en la boca y no perderla. Hay que apretar”.
Montanier se encuentra perfectamente adaptado a la vida en San Sebastián, lugar en el que, además de vivir la mar de a gusto, se ha labrado un nombre en el mundo de los banquillos. Reside junto a su mujer en la capital guipuzcoana, un lugar en el que no le importaría vivir en el futuro. En una situación diferente se encuentra su ayudante Michel Troin, ya que su esposa sigue viviendo en Francia y este hecho que podría acelerar su regreso a casa.
Aunque se supone que no iba a haber noticias sobre a la renovación del cuerpo técnico hasta el final de la temporada, las últimas semanas se había especulado con que Montanier y Aperribay podrían llegar a un acuerdo en pocas fechas. El técnico incluso se pasó por la asesoría que lleva los asuntos de la Real acompañado de su representante, y también se filtró que el entrenador pedía tres años de contrato y un aumento considerable de su ficha, algo que el club no estaba dispuesto a aceptar (la oferta que ofrecía era de por dos temporadas). Aunque Montanier pasó varios meses en la cuerda floja –sobre todo durante su primera temporada en la Real– ahora más que nunca su futuro es toda una incógnita.
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