martes, 28 de mayo de 2013

ORGULLO TXURIURDIN


Hace seis años, Keler sacó un anuncio en las semanas previas del descenso de la Real que ensalzaba los valores que tiene nuestro querido equipo, y cuya conclusión era que “para un seguidor de la Real, el orgullo no depende de lo que se gana sino de lo que se siente”,

La noche del domingo, aunque nos haya dejado una profunda pena en el corazón, ha vuelto a engrandecer la leyenda de una Real Sociedad, que se mueve por los sentimientos, y al que el destino parece querer castigar cruelmente cada vez que se acerca a la gloria.

No puedo negar que estoy tocado, porque el injusto 3-3 con el Real Madrid aleja mucho el sueño de jugar la Champions League, pero nadie podrá quitarme el orgullo de poder decir que soy seguidor del club más grande del mundo.

Era una jornada especial. Tras un recibimiento multitudinario a los jugadores a su llegada a Anoeta, 30.586 se congregaron en el estadio. El mosaico blaquiazul en los instantes previos al partido, el himno txuri urdin cantado al unísono por todos los seguidores... Todo olía a una noche mágica que podía conducirnos a la Liga de Campeones

Ni quince segundos tardó la Real en crear su primera oportunidad cuando Chory Castro remató en buena posición, por encima de la portería madridista. Era el primer aviso de lo que iba a ser un monólogo realista.
Sin embargo, pronto nos llevaríamos el primer gran chasco. Era el minuto 6, y un regalo de Mikel González, fue aprovechado por Higuain, que se quedó solo ante Bravo y no perdonó.

A pesar del gol merengue, la comunión grada-equipo siguió siendo perfecta, y la Real continuó erre que erre haciendo lo que mejor sabe hacer: jugar al fútbol con paciencia y calidad buscando su momento. En este primer periodo, las ocasiones realistas fueron clarísimas pero siempre aparecía Diego López que hizo uno de los mejores partidos de su carrera.

Tras la reanudación, llegarían los peores minutos para los realistas, que no entraron bien en el segundo periodo. El Real Madrid se hizo con el dominio del balón, y los txuri urdin cometieron numerosos errores en los pases. La Real había sido muy superior, pero seguía en desventaja, y ahora, se intuía el gol merengue.

Y el llegó el segundo obra de callejón, mientras Soldado marcaba para el Valencia. La Champions se alejaba, pero ni Anoeta ni los jugadores iban a claudicar. Y surgió la figura de la heroica Real, que tantas alegrías nos ha dado esta temporada. y una vez más, creyó en la remontada. Y llegó la reacción, Xabi Prieto convertía un claro penalti y Anoeta explotaba. Comenzaría entonces un festival de 25 minutos repletos de una enorme carga emocional. Los nuestros, guiados por el corazón, acechaban el área madridista. Los de Mourinho, volvían a agazaparse atrás, y helanban nuestra alma al contragolpe.

En el minuto 79, Griezmann convertía una de las múuchas ocasiones que tuvo durante el partido haciendo el 2-2. Delirio. La Real firmaba otra remontada.  Los gritos de “Goazen Erreala”, hacían temblar los cimientos del estadio, pero Khedira, en una nueva imprecisión defensiva, los volvía a silenciar. Mazazo.

Otro equipo hubiera dicho hasta aquí hemos llegado, pero no esta Real. En los últimos diez minutos, y guiados por una grada de Anoeta que nunca dejó de creer, los txuri urdin volvieron a la carga. A Griezmann le anularon un gol legal, y Agirretxe falló lo infallable, pero en el último suspiro, Xabi Prieto hacía el definitivo 3-3.

No hubo tiempo para más. Confirmada la victoria del Valencia, el cuarto puesto pasaba a manos chés. Anoeta ovacionó a los suyos por semejante derroche, y por una temporada inolvidable. El Madrid pudo irse con siete goles de Anoeta, pero la suerte nos dio la espalda...

No volveremos a Anoeta hasta como mínimo agosto (ojalá que para recibir en la previa de la Champions al Milán, al Arsenal, al Lyon, al Zenit o al Schalke 04) y es inevitable no sentir algo de nostalgia sabiendo que se hará larga la espera. La Real nos ha encandilado y echaremos de menos no verla durante tantos meses.

Queda una jornada para que termine la liga. Quiero ser optimista, aunque con los pies en el suelo. Es muy difícil que el sábado 1 de junio se haga realidad nuestro sueño, pero no es imposible, el gol de Xabi Prieto puede valer su peso en oro.

Habrá que ganar en Riazor ante un Depor que si no vence acabará en Segunda, y también será necesario que el Valencia no gane en su visita al Sánchez Pizjuán. Los de Emery apuran sus opciones de entrar en Europa por las sanciones del Málaga y el Rayo Vallecano, y necesitan los tres puntos en juego.

Es probable que el destino vuelva a castigar a la Real, pero nadie podrá quitarnos el placer de sentirnos orgullosos de un equipo que siempre ocupará un lugar muy importante en nuestro corazón. Ánimo Real.

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