martes, 23 de julio de 2013

REAL SOCIEDAD, ENTRE LA ILUSIÓN Y LA CONTROVERSIA

En el entorno de la Real se está generando un debate interesante sobre la forma elegida por el club para encarar su próxima temporada. Participación en Champions League inclusive.

Estamos a finales de julio, a menos de un mes para jugar contra Schalke, PSV o Milan una eliminatoria con diez millones de euros para el ganador, y la Real Sociedad ha sufrido variaciones respecto al equipo que consiguió la clasificación europea. Se han marchado Illarramendi y Montanier. Mikel González se ha roto la espalda e Ifrán el ligamento. Ha llegado Seferovic tras un buen año en el Novara... Y en esas estamos.

El club dispone de 35 millones inesperados. Fruto de sumar el montante del traspaso de Illarra, el millón adicional por la sentencia contra Badiola del Tribunal Supremo, los beneficios por jugar como mínimo la Europa League y los ingresos derivados de cobrar a los socios entre 50 y 90 euros por el abono europeo -alrededor de 2 millones extra-.

Jagoba Arrasate. El club dio galones de primer entrenador a Jagoba Arrasate. La explicación que se ofreció tuvo sentido. El equipo funcionaba y como funcionaba, no se podían tomar riesgos. En el sentido de que un entrenador nuevo podía considerar que Vela no debe jugar por la derecha o que Agirretxe debe jugar en banda -por poner dos ejemplos-, y que la idea de juego es innegociable. Desde luego, el argumento es comprensible.

Pero existen dudas. Primero, la Real fue a por Tata Martino, hoy entrenador del Barcelona. ¿Iba un entrenador con semejante currículum a aceptar que le "impusieran" o le "sugirieran" -si se prefiere- ceñirse a unos parámetros preestablecidos? Porque yo lo dudo. Como dudo que entre un entrenador con experiencia en el último Mundial y un técnico cuya experiencia no sobrepasa la Tercera División no hubiese un término medio. Y sin calificar la valía de Arrasate -hasta la fecha, no puedo opinar sobre su quehacer diario-, lo cierto es que la experiencia es un grado y el de Berriatua adolece de falta de experiencia. No tiene experiencia. Ojalá triunfe, ¿por qué no? Pero a día de hoy es normal que se generen dudas por lo anteriormente expuesto, y como esto es fútbol, y no es una cuestión de salud, o de Estado o de Seguridad Nacional, genera debate, que es algo enriquecedor.

La Real, los fichajes y ZubietaOtro de los puntos que están generando controversia es la falta de fichajes. La Real solo tiene una cara nueva respecto al año anterior. Seferovic. Busca un medio en el mercado y parece que no llegará un central. Se antoja escaso, atendiendo sobre todo al reto de la temporada -competir en Europa y en otras dos competiciones- y a la capacidad adquisitiva que en estos momentos tiene el club.

Un sector de la masa social -en concordancia con la dirección deportiva- considera una mala idea fichar a un central "porque en cuanto vuelva Mikel irá al banquillo". Es un argumento pobre, o me lo parece. En primera instancia, sabes desde ya que Iñigo Martínez se marchará la próxima temporada, la siguiente como muy tarde. Debes ir preparando el relevo. El cuadro técnico no parece confiar en los centrales de recambio. El año pasado, sin ir más lejos, Elustondo, un centrocampista, adelantó en la rotación a Ansotegi. Por lo tanto, dispones de un central que no cuenta para nada. No es una opinión. Repito, el año pasado, un Elustondo que no jugaba de central desde categorías inferiores le adelantó en la rotación. Ansotegi no cuenta. Y la Real ha crecido. Pelea esta temporada en la élite europea. Juega en Champions League… quiere ir a más, y quiere perpetuarse, o al menos prolongar, su presencia en Europa en campañas venideras. Por lo tanto, sin hacer grandes dispendios, debe tratar de reforzar sus cimientos.

La reflexión que invita a no fichar un central porque irá al banquillo cuando vuelva Mikel parte de varias bases. Que no vas a mejorar las prestaciones de Mikel -que es un buen futbolista- yendo al mercado. Y parte también de otra base. Que en una temporada con ¿60? partidos, no va a haber más lesiones ni sanciones, ni bajones de forma. Pero es que además, esa reflexión no tiene en cuenta -y Aperribay y Loren lo saben- que Iñigo se va a ir dentro de 10 meses o 20. Y lo siento, pero no existe ahora mismo un relevo de garantías en la cantera. Si vas a tener que ir al mercado, mejor hacerlo ahora, en una temporada en la que el buen rendimiento europeo te da unos ingresos que ayudan a tu consolidación económica. Repito, el argumento de que se confía en Ansotegi no me parece válido, porque un centrocampista, Elustondo, fue titular el año pasado cuando fallaron Iñigo o Mikel.

Alrededor del hipotético refuerzo en la medular también hay debate. Hay quien considera que no es una posición a reforzar. Los argumentos son diversos. Contamos con Rubén Pardo, quien debe dar un paso adelante. En el mercado no puedes encontrar algo igual o parecido a Illarramendi a un precio razonable. Dispones de versatilidad -Prieto o Griezmann rindieron objetivamente a buen nivel en esa demarcación-. Estando de acuerdo con esta corriente, la duda que me surge es la siguiente. ¿La mejora, por ejemplo, de Markel Bergara, la temporada pasada, fue consecuencia de un mejor trabajo individual, de jugar junto a un fuera de serie como Illarramendi o una combinación de las dos? Porque yo creo que Markel es mejor futbolista al lado de Illarra (Markel, como otros). Y también creo que Markel es necesario en la Real. Y creo que ayudar a Zubieta también consiste en reforzar con futbolistas foráneos -de calidad- la plantilla. Al menos en algunas demarcaciones. Por tanto, espero que se obre en consecuencia -si se detecta carencia en esta zona, claro-. Porque esta es una temporada muy particular, una temporada muy especial y con mucho dinero en juego.

Salir a cazar con el perro. Salir a cazar con el gato. El refuerzo de la posición de delantero centro es Seferovic. Viene de competir en la Segunda División italiana y fue campeón del Mundo sub 17. Quizás sea un delantero prometedor que acabe cumpliendo y que nos dé muchas alegrías. Ojalá. Pero me niego a pensar que la Real no podía aspirar a un delantero contrastado en una temporada que no espera. El tren de la Champions pasa una vez cada década y gracias. No me refiero, es de cajón, una perogrullada, a aspirar a los grandes nombres del panorama europeo. Pero de nuevo, entre un delantero internacional de un club puntero de la Premier League y un atacante del Novara supongo que hay términos medios. Sin que fichar un delantero puntero de la Premier sea garantía de éxito ni fichar al delantero del Novara un fracaso. Puede triunfar Seferovic y un hipotético fichaje de Demba Ba podría tornarse en fallido, quién sabe. Pero es evidente que, estadística en mano, estás más cerca de acertar yendo a por jugadores contrastados.

Y en ese sentido, aunque gastar dinero -Kaka, por ejemplo- no sea garantía de nada -en el fútbol esa palabra es un tanto absurda-, la ley de la oferta y de la demanda no engaña. Y el currículum, por lo general y con excepciones, tampoco. El año de la Champions fichamos a Lee Chun Soo, Potillon y Alkiza. El único futbolista que había destacado en una buena liga con regularidad era Bittor. Y fue el único verdadero refuerzo de la Real, que sufrió en liga -a pesar de que, a diferencia de este año, no sufrió bajas-.


Creo que tiene tanta razón quien afirma que la Real no puede volverse loca como quien proclama que el equipo debe dar un paso adelante y ser más ambicioso. No creo que sea una cuestión de blanco o negro. La Real debe reforzarse en la medida de lo posible guardando en el banco la mitad, como mínimo, de lo recaudado de manera extraordinaria.

No faltan voces que indican que incurrir en gastos ordinarios como consecuencia de unos ingresos extraordinarios es iniciar un camino a la perdición. Yo creo que no es así. En primer lugar, porque no hablamos de siete fichajes, sino de reforzar medular, defensa y punta con futbolistas con una trayectoria contrastada. De nuevo, no será garantía de nada, pero te acercarás más a dar en la diana. En segundo lugar, porque no se concibe -eso es lo que más me entristece- la idea de fichar como una inversión susceptible de revalorizarse. ¿Qué pasa, que no podemos ir al mercado a por un Cardozo y que acabe derivando una venta que incluso nos haga ganar dinero? Hubo en tiempo en que concebíamos un fichaje como una inversión. Ahora como gasto puro y duro. Esa mentalidad no la acabo de ver en un club que dice querer consolidarse entre los mejores. Y en tercer lugar, porque la gallina de los ingresos extraordinarios, tristemente va a seguir dando frutos. Iñigo, Griezman… son jugadores que no van a continuar toda la vida en la Real. Y es tan evidente que me remito a la rueda de prensa de Aperribay tras la marcha de Illarramendi…Sin olvidar, de nuevo, que la Champions puede darnos dinero a espuertas.

He dejado para el último punto el asunto de la remodelación de Anoeta. Como he leído varias veces que se han aprobado las obras y como tenemos el dinero para la supresión de las pistas, supongo que será cuestión de semanas, o meses como mucho -pongamos 1 de enero de 2014- ver las grúas en el estadio Municipal.

Me parece una gran inversión. Necesaria. Imprescindible, diría. Pero quitémonos la idea de la cabeza del milagro de los panes y los peces. Este año, en partidos clave como el del Valencia -perfecto horario, televisado en un canal de pago y con la Champions en juego- nos hemos quedado a casi 5.000 asientos del lleno. El nuevo aforo se presume que rondará las 40.000 plazas.

Si el crecimiento de la Real en infraestructura no es acorde, o más o menos proporcionado, al crecimiento deportivo, nos podemos quedar en un claro fuera de juego. La faceta económica de la Real es vital, sobre todo mirando al pasado reciente. Pero no nos equivoquemos. El club txuri urdin llevaba 16.000-18.000 seguidores a Anoeta en Segunda. En una temporada "regular" en Primera, el club no promedia más de 24.000 espectadores. En una temporada europea, la cifra aumenta hasta alrededor de 28.000. Estamos hablando de incrementar el aforo en casi 10.000 localidades. Y, con absoluta legitimidad, hay un núcleo de la masa social txuri urdin que va a Anoeta a disfrutar, y no a sufrir. Traducido, que si no ofreces un producto atractivo, será difícil "justificar" ese aumento de aforo y acabarás regalando entradas o con calvas enormes en la grada.

Puesto en relación con el debilitamiento de nuestros rivales -el Valencia parece que pierde a Soldado, el Málaga desmantelado, el Atlético pierde a Falcao, el Sevillla a Negredo, el Athletic a Fernando Llorente-. Puesto en relación con nuestra mejor condición económica que muchos de esos rivales. Y puesto en relación con que somos uno de los únicos cuatro equipos españoles que pueden multiplicar sus ingresos en la competición de clubes que más dinero da del mundo, considero que la Real debe ser más ambiciosa. Que no parezca que la Champions es un marrón y que dé la sensación de que es una oportunidad. Cada vez que escucho que "la Champions es para disfrutar" me temo lo peor... Aunque en la Champions vamos a disfrutar, claro.

Anoeta, como decía, es vital, fundamental para el crecimiento de la Real. Pero no es la chistera de Juan Tamariz. Por eso existe la sensación, en al menos un sector de la masa social txuri urdin, de que no estamos haciendo los deberes en verano.

Lo bonito es que en el fútbol pasas de ángel a demonio o viceversa en dos partidos. Y quizás, la fuga de ilusión de este verano se recupere en esa previa de Champions que el 9 de agosto contará con un emparejamiento entre la Real y uno de los clubes punteros de Europa. Ojalá salga bien, de hecho, es posible que salga bien. Como puede salir bien un lanzamiento de penalty de rabona. Pero la estadística, tozuda, dice que lanzarlo a media altura -no hablo de ajustar a la escuadra- te acerca más al gol. Claro, lo difícil es golpear bien, como lo difícil es acertar en los fichajes. Pero para eso existe una dirección deportiva, y en los últimos años lo ha hecho bastante bien, por cierto.


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