AL GALOPE

Mi último artículo,  La flor de Montanier no se marchita no ha dejado indiferente a nadie, y ha recibido críticas de todo tipo. Para responder a las negativas y a alguna en concreto que me tachaba de faltar a la verdad, voy a dar unos números para ver si de esta forma, alguno se baja de la burra. Para los que no darán su brazo a torcer, a otra cosa mariposa. No hay más ciego que el que no quiere ver.

En que Rubén Pardo no actuase como titular en Anoeta hasta la jornada 23 de la pasada temporada frente al Sevilla -cuando había demostrado de lo que era capaz en el Europeo sub-19 y el Real Madrid había ofrecido 10 millones de euros por él sin ni si quiera haber debutado en primera-, clama al cielo.

El caso es que el chaval estaba verde y no estaba capacitado para jugar con el primer equipo, nos decían. 23 jornadas y más de seis meses hubo que esperar a que Philippe Montanier le diese una oportunidad ante su afición siendo el jugador más destacado del partido anotando a su vez un soberbio gol. Pues bien, después de esa exhibición y de que la Real jugase uno de los mejores partidos de la era Montanier y de los últimos años, nueve meses debieron pasar hasta que el galo le diera otra oportunidad ante su público. El técnico normando se las ha ingeniado para no darle cancha, y solo le ha dado continuidad debido a las lesiones en los últimos dos meses. Indefendible, se mire por donde se mire. La perla riojana, seguida por algunos de los mejores clubs del mundo, no tiene el protagonismo que merece con Montanier. (¿Los nombres de Mikel Arteta y Jose Mari Amorrortu les dicen algo? Porque a mí, salvando las distancias y aunque intervinieran también otros factores, me recuerda bastante a esta situación).

Asier Illarramendi por su parte, si bien muy importante para el mister y con el que ha contado desde el primer día, no ha sido hasta ahora el ´4´ del técnico francés. El de Mutriku disputó la temporada pasada un total de 1.404 minutos, actuando como único pivote en seis encuentros. Gorka Elustondo, en cambio,  disputó 1.409 minutos siendo el ´4´ en dieciséis ocasiones. Se acabó el debate: Illarra 6 vs 16 Elus.

Aunque aún hay más. Markel Bergara, y pese a haber disputado la mitad de minutos (699), actuó en esa posición el mismo número de veces que Asier Illarramendi, seis. Cae por su propio peso. (Decir a su vez, que creo sinceramente que ambos jugadores poseen unas grandes cualidades y han realizado -aunque escasos por sus constantes lesiones- muy buenos partidos con la Real Sociedad, pero que a día de hoy, hay mejores jugadores en esta plantilla para desempeñar ese papel, que es el debate que proponía con mi anterior artículo).

El propio Mariga jugó en proporción más partidos que Illarra en esa posición pese a haber abandonado la Real en el mercado invernal desoyendo el club los deseos de Montanier que quería seguir contando con él pese a su pésimo rendimiento. Aranburu fue otro que jugó en alguna ocasión de pivote único como en la cuarta jornada frente al Granada, y hasta Demidov en la jornada 16 lo hizo en Santander en uno de los innumerables ´experimontis´ que vivimos el curso pasado.

Otra cuestión más que discutible -y ya hablando de esta temporada-, sería que Carlos Martínez en las ocho primeras jornadas de liga no fuese convocado más que en una. Desde que ha vuelto a la titularidad, ha demostrado su valía y ha puesto la garra a este equipo.  O el ostracismo al que ha seguido sometido este año Diego Ifrán hasta que - tras la jornada 10 en la que caímos contra el Español por 0-1 con otra demostración de estrategia pura y dura por parte de Montanier en la que Pardo no tuvo sitio en el ´once´ pero sí Estrada como extremo derecho-, el Consejo dijo basta al de Vernon dándole un toque e instándole a alinear a Diego Ifrán y a que se dejarse de protagonismos; a pasar desapercibido y actuar con coherencia y mano izquierda; y dejar atrás inocentadas como la de Levante o las convocatorias con el primer equipo de jugadores del Sanse (Fuchs y Nanizayamo) que no disponían de minutos ni en Segunda B. 

Pero desde Igara el mensaje es otro, está claro, y anestesian la mente de mucha gente. Recordar por último que a Málaga fuimos a tan solo un punto de los puestos de descenso. Con semejante plantilla, es inadmisible. Decir a su vez, y pese a la buena racha en la que estamos inmersos que han endulzado este final de año, que de los últimos 11 partidos, solo hemos cosechado 16 puntos, -los mismos que el Athletic de Bilbao-, y que  actualmente estamos empatados a puntos en la clasificación con el Rayo Vallecano, estando el Levante y el Betis por encima nuestro, por lo que tampoco deberíamos tirar cohetes. Yo, al menos, soy más ambicioso. Se ha perdido mucho tiempo. Quiero continuidad y, como en los últimos siete partidos, un ´once´ reconocible en el que tengan cabida los jugadores de mayor calidad. Hay que seguir así, esto, por fin, funciona.

La Real Sociedad ahora mismo lleva una línea ascendente que no admite discusión, y el objetivo debería ser obtener premio a final de temporada. Yo no lo veo de otra manera. La liga, al igual que el año pasado está muy devaluada, y con Montanier hemos dilapidado muchos puntos. Puntos que nos hubieran permitido estar disputando esta temporada la Europa League si no llega a ser por la mala gestión realizada el ejercicio pasado, o estar este año luchando con el Málaga por la cuarta plaza. Falta carácter y mayor exigencia, pero la plantilla tiene toneladas de clase. Esta hornada de jóvenes canteranos es la mejor de los últimos 25 años, y sumada a los Bravo, Vela, Chory o José Ángel, forman un pura sangre al que hay que hacer ganar carreras. El caballo es ganador, tiene una genética envidiable, y es muy rápido. Los criadores y el gran trabajo que se ha hecho en Zubieta durante los últimos años, está dando sus frutos.

Ahora, a ver si el jockey lo hace ganar. Es indispensable. Mientras tanto, y si la cosa sigue así, a disfrutar. Al galope. Aupa Real.