Carlos Martínez se pasó en blanco las ocho primeras jornadas de liga por decisión técnica. Setecientos veinte minutos en los que no estuvo en el campo ni uno siquiera. Alternó partidos en el banquillo con partidos en la grada. Difícil de asumir para un futbolista que desde su debut en primera siempre había contado para los entrenadores.
Sin embargo, el navarro siguió trabajando entrenamiento tras entrenamiento en Zubieta, supo llevar su suplencia de manera envidiable, no alzó la voz en ningún momento y como en estos casos suele ocurrir, el trabajo dio sus frutos. Debido al cansancio de Dani tal y como dijo Montanier, el de Lodosa tuvo su primera oportunidad en el Nuevo Zorrilla. Casualidad o no, ahí empezó la buena dinámica realista de la que tanto le gusta hablar al técnico de Vernon.
Y es que Carlos Martínez, Charly como le conocemos todos, no ha dejado escapar la oportunidad que le brindaron entonces y se ha aferrado al lateral derecho. Una oportunidad merecida a la que se ha agarrado y que esta sabiendo saborear. Desde entonces, la Real lleva tres victorias y dos empates.
La gota que colmó el vaso fue el último partido, donde el conjunto txuriurdin logro el empate en el descuento frente al Getafe. Y lo hizo él, lo hizo Charly, aprovechando un centro de De la Bella y rematando en el segundo palo con todas sus ganas. Habría pocos hombres en el mundo más felices en ese momento que él. Un mes antes estaba defenestrado, y ahora no solo juega sino que da puntos a su equipo.
El lodosano declaró la semana pasada que no sabía si había mejorado respecto a temporadas anteriores, pero que lo que si era cierto es que se encontraba mejor en defensa y que se veía más rápido y más fuerte. Seguramente el trabajo que ha hecho para lograrlo le ha hecho volver a las alineaciones por todo lo alto.
La afición de Anoeta vuelve a ver las galopadas de su lateral derecho, vuelve a ver esas melenas al viento y vuelve a sentirse orgullosas de ver esa garra y ese coraje en un jugador de la casa. Y él vuelve a pisar campo contrario cada vez que tiene oportunidad, vuelve a dejarse hasta la última gota de sudor de su cuerpo en cada partido y vuelve a gustarse. Y no nos engañemos, si Charly tuviese otro golpeo de balón, aspecto en el que ha ido mejorando poco a poco, no estaría en la Real Sociedad. Porque todo lo demás lo tiene.
Ahora solo nos queda disfrutar con él. Si puede ser goleando mejor, pero no hay que olvidar que esa no es su función. Re-bienvenido Charly. El expreso de Lodosa ha vuelto por sus fueros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario