En la delantera todos han tenido minutos, al igual que en el centro del campo, posición donde han jugado todos los centrocampistas de la plantilla. Por el contrario, en defensa, sólo Carlos Martínez ha quitado el puesto a Dani Estrada mientras Ansotegi fue titular por lesión de Iñigo Martínez en la primera jornada. Sin olvidar que también Zubikarai ha sido titular en más de un partido.
Por lo tanto, tanto el catalán como el de Arrasate han sido los fijos de un un once inicial que largo de lo que va de Liga ha sufrido las rotaciones que tanto le gustan a Montanier. Y si hay algo claro es que ambos están aprovechándolo.
En lo que respecta al lateral de Santa Coloma, podemos decir que está haciendo su mejor temporada desde que llegó el año del ascenso. Al comenzar la temporada su futuro parecía negro con la llegada de un jugador con nombre como José Ángel. Lo que nadie imaginaba es que el que iba a ver todos los partidos desde el banquillo era el asturiano.
Y es que De la Bella se ha hecho fuerte en defensa. De las cuatro temporadas en el primer equipo, la actual es en la que mejor se le está viendo en tareas defensivas, algo que necesitaba mejorar como el comer. Y la llegada del lateral asturiano le ha puesto las pilas. Es el primer año que tiene competencia clara con un jugador y le ha venido a las mil maravillas.
Y si ha mejorado en tareas defensivas, que decir de las ofensivas. Siempre es complicado que un zaguero marque goles, y más que a mitad de liga lo haya hecho en dos ocasiones ya. En Valencia marcó un gol que tardará tiempo en olvidarse y que servía para que la Real empatara. Y si ese gol fue clave, qué decir del que hizo ante el Sevilla y que dio los tres puntos a los txuriurdin.
Aún tiene cosas que mejorar, como la precisión de los centros cuando llega a zonas delanteras, pero lo que es evidente es que el zurdo se sabe incorporar al ataque cuando hay que hacerlo y cada vez lo hace más y mejor. Está alcanzando su mejor nivel y tiene mucho que agradecer a Montanier por la continuidad que le ha dado. Pero él también se la ha ganado. Sin ir más lejos la temporada pasada el técnico francés no tuvo reparos en sentarle en el banquillo cuando no estaba bien y si este año no lo ha hecho es por el buen hacer de Alberto.
Y si hay que alabar a De la Bella, qué decir de Mikel González. El de Arrasate lleva una temporada en la que pocos centrales de la primera división le superan. Es el líder de la zaga y un jugador al que sin duda se va a recordar cuando ya no esté. Su entendimiento con Iñigo Martínez es una de las claves del equipo y uno de los motivos por los que sonreir con el presente y futuro de este equipo.
Su mejora año tras año es patente y actualmente es un central seguro, de fiar, con carácter, con buen juego aéreo, con una gran anticipación y que no tiene miedo con el balón en los pies. Su gol ante el Rayo Vallecano en Anoeta es un ejemplo. No se corta a la hora de salir él mismo con el balón desde atrás, y contra los madrileños no sólo salió con el balón, sino que acabó la jugada haciendo su primer gol de la temporada. Si Iñigo es la fuerza y el desplazamiento en largo, Mikel es la colocación y la templanza.
Este año él es quien lleva más que nunca los galones de la zaga, y por si fuera poco, también está teniendo el premio del gol. Al que hizo frente al conjunto de Paco Jémez hay que sumar el también logrado en Valencia que sirvió para poner por delante al equipo.
Mikel y Alberto. Alberto y Mikel. En el Bernabeú tendrán una oportunidad más para demostrar el buen momento que atraviesan, eso si, deberán andar con cuidado. Ambos han jugado todos los minutos, pero si ven una amarilla el domingo se perderán el encuentro frente al Deportivo de la Coruña en Anoeta por acumulación. Es la única manera de sacarles de las alineaciones ya que son los dos intocables de esta Real Sociedad que tan buena pinta tiene.
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