Cuando una primera vuelta
puede acabar con 28 puntos o más, y termina con 26, es que se han perdido puntos
por el camino. Y esa es la sensación que deja la Real
Sociedad. Las corrientes optimistas te dicen que es la mejor puntuación del
equipo en las recientes temporadas - salvando la del subcampeonato (02/03) -
pero la realidad te muestra que se podía haber hecho mucho más.
Tanto hacer como conseguir. Y
me explico. La Real Sociedad ha mostrado varias caras durante estos 19 primeros
partidos. Como toda plantilla tiene sus rachas buenas y malas en esto del
fútbol, sus resultados inmerecidos por lo visto en el campo o su pizca de
suerte para decidir si el partido en cuestión se acaba ganando o se pierde.
El talón de aquiles en este
caso ha sido no poder conseguir más puntos ante rivales que la clasificación y
la plantilla te demuestra que son cualitativamente inferiores. Se ha peleado
con los equipos Champions incluso ganando a domicilio a dos de
ellos. La suerte y el árbitro impidió cosechar algo frente al Atlético de Madrid
en un partido de tú a tú, pero ante situaciones en que el equipo debe mandar y
hacerse valedor de su superioridad no somos capaces de conseguir buenos
resultados. Y un buen resultado frente a equipos que se encuentran abajo en la
clasificación es ganar. Y solo vale ganar. Porque un empate en la gran mayoría
de partidos deja descontento a todos.
La Real Sociedad no ha
conseguido ganar a ninguno de los 5 equipos que actualmente se posicionan en el fondo de la tabla. Se perdió ante Espanyol y Mallorca y se empató
tristemente ante Osasuna, Deportivo de la Coruña y Granada.
Quizá esos puntos nos
auparían a una posición más acorde con el nivel de este equipo, pero
desgraciadamente siempre chocamos con la misma piedra.
Y son partidos en que se
dejan escapar puntos de los que luego te puedes acordar. La mayoría de la
afición ve desde el principio que hay bases para aspirar a Europa este año, el
cuerpo técnico paso a paso también lo parece ver y tras la consecución de
victorias importantes este año, se dejaron de lado las declaraciones de
inferioridad por unas más ambiciosas por parte de los jugadores.
Por una cosa u otra no parece
que salgan los partidos como debe o que incluso fallan engranajes del equipo
debido a falta de confianza - en la delantera por ejemplo - o en bajas formas
de alguno de los jugadores.
Siempre te vas a dejar puntos
en varios campos de la geografía española, pero lo que si merece ser resaltado
es que ante equipos de la parte baja no conseguimos obtener rédito alguno. Y
esa si que es la historia de los
puntos perdidos.
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