Markel Bergara volverá a verse las caras con Cesc Fábregas, con el que formó pareja en dos Mundiales de categorías inferiores. El de Elgoibar se deshace en elogios hacia su excompañero aunque le avisa de que en Anoeta van a volver a sufrir, como en los dos últimos años
Muchos no lo saben, pero Markel Bergara fue el lugarteniente de Cesc Fábregas en dos Mundiales antes de llegar al primer equipo txuri-urdin. En el primero, el sub'17 disputado en 2003 en Finlandia, España acabó subcampeona con el guipuzcoano de titular indiscutible y el catalán que arrancó suplente y acabó convirtiéndose en el mejor jugador del torneo. En el segundo, el sub'20 de 2005 en Holanda, formaron una dupla inquebrantable, pese a que había otros medios en la concentración de la talla de Albiol o Zapater.
Markel reconoció ayer a este periódico que mantienen una buena relación: "Tengo su whatsapp y cuando vamos a jugar en contra sí que nos escribimos, pero tampoco es una amistad diaria".
A la hora de hablar del jugador, no escatima elogios: "Parece que todo lo que hace es sencillo, pero los que estamos dentro del fútbol sabemos lo difícil que es. Es un jugador que no es tan llamativo a la hora de hacer sus acciones, pero lo complicado lo hace fácil y esa es su mayor virtud. Es muy callado, muy tranquilo, pero dentro del campo se transforma. Tiene mucha personalidad, no se esconde nunca y ahí están sus números. Con 24 años que tiene ya ha sido capitán del Arsenal y hoy en día en el Barça es un fijo".
En el Mundial sub'20 Markel fue un intocable para Sáez pese a que era un año menor que sus compañeros: "En el Mundial llegué en un segundo plano porque era más joven, pero las cosas me fueron bien al principio y acabé jugando. Teníamos un equipazo. Caímos contra Argentina en cuartos de final. Entonces ya se hablaba de él aunque no tanto. Aquel año creo que fue campeón y máximo goleador. Nos eliminó él".
En Zubieta ya tenían buenas referencias del Balón de Oro, Messi, para aquel entonces: "Había oído hablar de él porque como jugaba contra el Sanse todo el mundo comentaba lo bueno que era, pero, en un principio, cuando jugó contra nosotros tampoco pensamos que iba a ser lo que es hoy en día, aunque sí que se le veía que era superior al resto".
Dentro del olimpo azulgrana, Bergara tiene su propia debilidad: "No lo tomo como referencia, aunque sí que es un jugador en el que me fijo mucho por dónde juega. Creo que en este caso el tapado es Busquets. La gente no habla mucho de él, se habla mucho de Iniesta, de Xavi, pero los recitales que está dando últimamente es algo de muy pocos. El otro día mismo, en el último partido, aluciné con él y pienso que, cuando creíamos que ya había tocado el techo, todavía puede dar más. Es un jugador que le ves jugar y es un auténtico espectáculo. Es verdad que el nombre y la fama la llevan otros, pero él es un jugador impresionante. Aparte de jugar, roba y es capaz de hacerte cualquier cosa con el balón".
El canterano se ha recuperado de sus molestias musculares y posterior rotura de nariz: "Ahora ya estoy al 100%. Han sido semanas raras en las que he podido entrenar, pero estando a medias porque la verdad es que el tema de la nariz es delicado. Estoy esperando a hacer lo máximo posible y a aportar lo que pueda". Una vez más, las lesiones le han frenado en su mejor momento: "Es verdad que este año las cosas estaban yendo muy bien, estaba muy contento, pero las lesiones musculares a raíz de los partidos suelen ser muy habituales en todo el mundo. Cuando sufrí la recaída fueron momentos un poco duros, pero son gajes del oficio. Y lo de la nariz fue algo fortuito y, dentro de lo que cabe, he tenido la suerte de que me ha tocado justo en vacaciones y no he perdido mucho ritmo en comparación con los compañeros".
GRAN MOMENTO
El mediocentro había completado varias actuaciones espectaculares esta campaña: "Al final uno, cuando habitualmente está jugando, tiene esa tranquilidad de no tener un examen final, ve que tiene la confianza del míster, que los resultados van saliendo y uno coge confianza, que es lo más importante en el fútbol. La cabeza es muy importante y saber cuáles son las limitaciones de cada uno y qué puede aportar en cada momento". Todavía no sabe si será una de las novedades en el once: "Estamos a principios de semana. No sé si me pondrá, pero es pronto todavía. A mí si me toca jugar algún minuto, perfecto; y si es de inicio, todavía mejor, pero la verdad es que estoy tranquilo. Y si me toca, intentaré aportar mi granito".
La plantilla está motivada: "Ganas sin duda que sí, porque al final es el mejor rival al que te puedes enfrentar hoy en día en el fútbol. Ir al Camp Nou suele ser complicado porque allí para el rival suelen ser partidos muy largos en los que casi no tocas balón y la mayoría de las veces te sientes inferior a ellos. Pero en casa en los últimos encuentros es verdad que ellos tienen una superioridad de posesión y de juego que no la ha discutido nadie, pero el hecho de jugar aquí es diferente. Es muy difícil haber conseguido dos resultados positivos en los últimos años en casa porque los números del Barça asustan".
Los realistas quieren hacer sufrir al líder: "Vamos con la intención de que sufran. Sabemos que incluso un empate es un logro importante y tenemos que ir a tope y hacerles un partido feo, feo, feo y que sufran. Sería bueno que el sábado hiciera un día como el de hoy (por ayer), pero parece que no va a llover tanto. Es una pena porque al final cada uno tiene que saber cuáles son sus cualidades y cómo enfrentarte al mejor equipo del mundo. Si la hierba está perfecta, es un equipo al que nadie le ha podido cuestionar el balón".
La irrupción de Pardo e Illarramendi ha colocado a Elustondo y Markel en una situación incómoda con parte de la afición : "Es obvio que a nadie le gusta, pero es parte del fútbol. Nos está tocando vivir esta situación, pero nosotros tenemos que seguir a lo nuestro, somos conscientes de que al final vamos a hacer falta todos. Está claro que ellos son los llamados por toda la gente, pero esto es muy largo y a todo el mundo le llega su momento".
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