La Real ya convence a todos. Después de una semana en la que, muy a su pesar, se había convertido en tema de actualidad por cuestiones extradeportivas, su convincente triunfo ante el Zaragoza le ha puesto de moda en la Liga.
Al comienzo de la temporada, después de que ganase el derbi ante el Athletic, Philippe Montanier explicó que no se podía hablar de una buena racha hasta que por lo menos acumulasen una serie de unos ocho partidos sin caer derrotados. Pues bien, dicho y hecho. La Real solo ha perdido un encuentro de los últimos trece que ha disputado y fue en el Santiago Bernabéu, algo que entra en los planes de casi todos los equipos. Lo increíble es que si se hace una tabla de los últimos trece encuentros, la Real sería el segundo mejor conjunto de la Liga empatado a puntos con los de Mourinho y solo superados por el intratable Barcelona. En este tramo de campeonato los realistas han sumado 26 puntos, lo que equivale a una media de dos puntos por encuentro. En las diez primeras jornadas solo llevaba diez puntos, por lo que la progresión desde el punto de vista estadístico es irrebatible.
Pero lo que más engancha de la Real esta campaña, incluso a los que no son seguidores, es el bonito fútbol que está desarrollando. Los de Montanier siguen apostando por un juego de elaboración y de dominio del balón, con posesiones largas y plenas de combinaciones de toques cortos. En Zaragoza la Real fue dueña y señor del duelo desde que se adelantó en el marcado en su primer acercamiento a los aledaños de Roberto en el minuto 10. En la segunda parte, con 0-2 en el marcador y un rival acobardado y replegado, los donostiarras optaron, de manera acertada, por controlar el esférico y esperar a que las ocasiones llegaran sin prisas (su estadística de posesión fue del 63%). Pese a que son muchas las voces que han criticado que no aplastara al Zaragoza con más goles, tampoco se puede olvidar que generaron seis oportunidades nítidas para firmar la sentencia definitiva. El tanto del Zaragoza llegó en una jugada absolutamente aislada marcada por un accidente en forma de patinazo de Markel en el minuto 92, cuando ya no había tiempo para más.
Como no podía faltar cuando la Real acapara reconocimientos por sus méritos deportivos, también han aparecido las habituales voces que recelan de su trayectoria y que argumentan su postura por las siete expulsiones seguidas que han sufrido sus últimos adversarios. Cuando algo se repite tantas veces en el fútbol nunca es casualidad. La explicación puede ser cifrada hasta en números. La Real es actualmente el segundo equipo que más faltas recibe de Primera División con 382 (una media de 16,61 por encuentro). Solo le supera en esa tabla el Espanyol, con 397. Es más, en el top ten de la clasificación individual de infracciones sufridas figuran tres futbolistas blanquiazules: Carlos Vela es el quinto, con 53; y Xabi Prieto y Asier Illarramendi figuran en la octava plaza, con 50.
De las siete rojas que han visto sus rivales, solo hay dos que son muy rigurosas o, por qué no decirlo, equivocadas: la de Augusto del Celta (en ese partido se sacaron tarjeta a todas las manos) y la de Javi Márquez del Mallorca (que fue un error claro del colegiado Teixeira Vitienes, que poco después, además, le perdonó la segunda amarilla a José Ángel). El resto, como la de Héctor, no merecen ninguna discusión y fueron provocadas porque los contrincantes no podían frenar a los realistas sin cometer faltas.
Gran presencia de canteranos y el equipo más joven
Hay dos circunstancias de la Real que también comienzan a ser valoradas como se merece en Primera. La primera es que el equipo txuri-urdin ya es el equipo más joven de Primera. La media de edad de sus alineaciones es de 24,5 años. Le siguen el Espanyol con 24,61; el Mallorca, 24,85; el Betis, 24,92; y el Atlético, 25,17.
Además, el conjunto blanquiazul sigue siendo uno de los que más canteranos utiliza cada fin de semana en sus alineaciones. Solo el Barcelona y el Athletic se acercan y discuten su supremacía en este apartado. El mejor ejemplo es que Montanier sacó a ocho futbolistas de Zubieta en su once, a los que hay que sumar Bravo, De la Bella y Carlos Vela. Por si fuera poco, en la segunda parte el técnico galo dio entrada a otros dos de la casa, Rubén Pardo y Dani Estrada. Por estas y muchas más cosas, la Real empieza a ser la envidia de muchos.
Aperribay saca pecho
Jokin Aperribay sacó pecho con orgullo de equipo en El Larguero: "En Zaragoza jugaron diez jugadores que estaban en Segunda hace tres años o en el filial. Con confianza y seguridad y si das oportunidades a la gente, el equipo va hacia arriba. La Real es un conjunto que está creciendo en sí mismo sobre una base y sobre una amistad. Eso se refleja en que este año estamos sonriendo más". El presidente elogió el trabajo en la base: "En una revista publicada por la UEFA, la Real figura en el octavo puesto de canteras de Europa. Uno puede discutir los criterios con los que se mide esto, pero es una clasificación objetiva. En nuestro caso se une las pocas posibilidades económicas con la filosofía. Tenemos una buena camada de jugadores". Además, destacó su gestión: "Cuando llegamos, la Real pasaba por un momento económico de mucha dificultad. Pasamos muchas noches en blanco que llevaban a la casi disolución del club. Tuvimos suerte y apoyo, acertamos y hoy somos un club con viabilidad, sin deudas, hemos pagados a todos los acreedores ordinarios del concurso y estamos contentos. La afición está respondiendo y esperamos seguir por este camino".
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