Vizcaino de padre mutrikuarra, jugó en las categorías inferiores de la Real y es socio del club desde los 16 años. Desde 2010 forma parte de la estructura txuri urdin como técnico, dando el salto ahora al primer equipo
Nacido hace 35 años en la localidad de Berriatua (es paisano y de la misma cuadrilla que Ansotegi), ejerció como profesor en la Herri Eskola de Zumaia y ha tenido recorrido como jugador y entrenador en la Real. "¿De qué equipo soy? Me hice socio de la Real cuando se inauguró Anoeta (1993, tenía entonces 16 años). Eso sí, para nada soy anti Athletic. Le tengo mucha simpatía", declaró en una entrevista en El Correo.
Fue delantero del equipo juvenil txuri-urdin, pero su baja estatura motivó que le dieran la baja. Después llegó a jugar en el Aurrera Ondarroa, Lemona, Beasain, Elgoibar, Amorebieta y el Eibar B, con el que ascendió a Segunda B, categoría en la que también compitió con el Portugalete. En su trayectoria en Tercera siempre estuvo entre los más realizadores, al tener un gran olfato goleador.
Como entrenador comenzó con el Berriatuko, al que ascendió en dos temporadas desde 2005 a 2007, y lo mantuvo en la siguiente en Preferente. En 2008 fichó por el Elgoibar de Tercera División, al que clasificó al play-off durante dos años seguidos, sin que culminasen el ascenso.
En 2010 le contrató la Real y le puso al frente del equipo de División de Honor Juvenil, con el que perdió la Liga en una última jornada en la que cedió el liderato tras empatar 0-0 con el Burgos Promesas. El año pasado dirigió al Easo, al considerar el club que era una generación mejor, y finalizó cuarto. El pasado verano la dirección deportiva le ascendió al primer equipo, como segundo ayudante de Montanier. En el club le adjudican una importante cuota de responsabilidad en el éxito del equipo e incluso en varios de los cambios tácticos que han propiciado la sensacional mejoría.
Una de las personas que mejor le conocen es su presidente en el Elgoibar, Martín Olís, que explicó los motivos por los que decidió contratarle: "Lo primero que nos gustó fue su seriedad como persona. Es maravilloso. Sabe tratar y comprender a los jugadores. Cuando tenía que ponerse serio lo hacía y los jugadores le hacían mucho caso. No era de muchas palabras, pero elegía muy bien lo que decía. Cuajó en nuestro vestuario desde el principio. Los futbolistas y la directiva iban a muerte con él. Estuvimos encantados los dos años con él por su seriedad y la manera con la que dirigía a gente joven. Nosotros siempre intentábamos contar con jóvenes. Poco a poco los iba metiendo. Nos gustó mucho", declaró en Radio Euskadi.
Uno de los puntos clave de su elección es que cuenta con el beneplácito de la plantilla, que siempre ha dejado claro que le consideraba como el técnico ideal para coger las riendas del equipo. Todos los futbolistas se mostraron unánimemente encantados con la decisión adoptada por el club.
Arrasate será el primer entrenador de Zubieta, desde Ormaetxea, que comienza su trayectoria en el primer equipo desde el inicio del curso. Las últimas experiencias con gente de casa que ascendieron de urgencia en mitad de la temporada no han sido especialmente positivas. Eizmendi, Arconada y Bakero no consiguieron buenos resultados y estuvieron poco en el cargo. Mejor le fue a Olabe, que fue una apuesta arriesgada del Consejo, y que logró una salvación milagrosa en la campaña 2001/02.
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