Como todo en la vida, hay que dejar posar las cosas para analizar la situación con la mente fría. Quizás en mi anterior artículo fui demasiado duro, pero lo que dije me salió de dentro (no quise individualizar en ningún jugador porque quizás sería demasiado cruel).
He intentado buscar precedentes históricos de algo similar y he encontrado dos casos semejantes en que un equipo recibió cuatro goles en un intervalo tan corto de tiempo (recordemos que la Real encajó cuatro goles en seis minutos y pocos segundos)
1º Precedente: Hungría 10-1 El
Salvador (Mundial España 82). Entre los minutos 69 a 76, El
Salvador encajó cuatro goles de la selección húngara (tres de Kiss y uno de
Szentes)
2º Precedente: España 12-1 Malta (Fase de Clasificación para la Eurocopa de Francia 84). Entre los minutos 76 a 84, Malta
recibe los últimos cuatro goles de la selección española (Santillana, Rincón,
Sarabia y Señor).
Me produce asco y vergüenza que
hayamos superado el record de dos selecciones tan modestas como El Salvador y
Malta.
Además, en estos dos precedentes la
diferencia entre los equipos era abismal:
a) El Salvador
estaba a años luz de la potente selección húngara de principios de los 80.
b) Existen muchos
rumores de la que la selección maltesa recibió primas para dejarse encajar
tantos goles en aquel ´paripé´ que se disputó en el Benito Villamarín.
Es comprensible que a los
salvadoreños y a los malteses les temblasen las piernas en escenarios
imponentes, pero que los nuestros en un campo semivacío parecieran figuritas de
porcelana incapaces de reaccionar ante la avalancha de ¡¡¡¡los suplentes del
Mallorca¡¡¡¡¡, es de traca.
También hay algún ejemplo más en
las ligas argentina y uruguaya, mientras que en nuestra liga, hay un caso
semejante (en 1995 el Deportivo de la Coruña marcó cuatro goles en ese intervalo de tiempo
en un partido de liga que ganó 5-0 al Albacete).
Por mi parte, pongo ya carpetazo a
este partido. No quiero ser un pesado ni insistir todo el tiempo en lo mismo
porque cualquier adjetivo que empleara seguro que ya ha sido usado en estas horas de dolor a las que nos han condenado esta plantilla. Siempre permanecerá en mi memoria
lo que viví el martes pero no voy a desesperarme más porque tengo la conciencia
tranquila.
El sábado volveré a seguir a la
Real desde la pequeña pantalla pero si marcamos un gol en Valencia, no sé si
tendré fuerzas para celebrarlo. Nos han robado un sueño y eso deja una herida
que tardará mucho en sanarse.
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