viernes, 8 de febrero de 2013

CARTA A IÑAKI BADIOLA

Están siendo días duros. Iñaki, no lo entiendo. Sabes que siempre has tenido mi respeto y comprensión. Los que vivimos el día a día de tu mandato en la Real conocemos de primera mano a lo que tuviste que enfrentarte y los palos en las ruedas que te pusieron para que no pudieras continuar tu camino. Esta sociedad es así. Siempre lo ha sido. Y no hay nada que hacer. Sabes, te lo he comentado incluso cara a cara, que, a pesar de los pesares, y aún conociendo todas las barricadas que tuviste que saltar, te equivocaste en algunas decisiones, en algunas promesas. Todos somos humanos. De igual manera, sabes que tu salida del club, en aquella Junta imposible de olvidar, fue ejemplar, por mucho que se produjera de la manera que se produjo, en un ejemplo evidente más de que la teórica atomización de las acciones de nuestro club no es sino una patraña. Te echaste a un lado, dejaste hacer. Y lo cierto es que nos ha ido bien, estamos de nuevo en Primera, consolidados, y con una calma social desconocida desde hace ya casi una década. Estábamos contentos. Las aguas habían vuelto a su cauce.

Puede llegar a ser, incluso, comprensible, que te guardaras una bala en la recámara. Pero eso ya es un tema personal, tuyo con otros. Y sacando a la luz todas estas informaciones lo único que has provocado es que la imagen de la Real quede emborronada y que los ‘buitres’ de Madrid la aniquilen. Qué más hubieran deseado. Carnaza para el populacho. Las guerras particulares son de cada uno y todos tenemos derecho a defendernos, y atacar, para ganarlas. Si te parecía el momento idóneo, haberlo denunciado, como Dios manda, en un juzgado, con nombres y apellidos, con todos los documentos. Podías haberte embarcado en esa pelea. Quiero creer que verdaderamente amas la Real como yo, pero con esta decisión creo, humildemente, que te has equivocado y que has llevado a la Real, a esa parte de nuestro corazón, a arrastrarse por el barro, convirtiéndola en la diana de todas las sospechas. Bastante complicada es la vida ya como para echarnos piedras sobre nuestra cabeza. De verdad, no lo entiendo. ¿Te hubieras imaginado a algún ex presidente del Athletic saliendo a la palestra cuando Gurpegi dio positivo y echándole al club una mano, pero al cuello? Al contrario. A pesar de ser uno de los casos más flagrantes de la historia todos lo defendieron y, evidentemente, no permitieron que salpicara al club. Cumplió su pena y ahí está, sigue jugando. El Athletic, eso sí, fue, es y será un club señor.

Y eso es, precisamente, lo que en el resto del país se está poniendo en duda a raíz de tu aparición en el ‘As’, el señorío de la Real. Eso es lo que no podemos permitir. Por mucho que digas ahora que tu aparición nunca ha sido con el objeto de ir en contra de la Real ni de su afición, lo cierto es que es, precisamente, lo que has provocado. Y me invade una gran tristeza por ello. Pelea por lo que crees, defiende lo que es tuyo, pero a partir de ahora, por favor, piénsatelo dos veces antes de actuar, ya que, al menos en esta ocasión, te has llevado por delante la imagen de una institución que significa mucho para una inmensa mayoría de personas de a pie como yo. Qué pena.

Europa, ¿esa quimera?

La irrupción de Iñaki Badiola esta semana ha dejado en un plano secundario la situación deportiva de una Real que tiene Europa a tiro. Esta vez no desaprovechó la oportunidad y pasó por encima de un Mallorca y de un Caparrós que ya es historia en la isla. Alguno ha perdido un desayuno completo por ello. Así sí hay opciones de pelear por una ilusión. Y con más fuerza aún conociendo que pilares fundamentales como Iñigo Martínez refuerzan su compromiso renovando hasta 2017. Una gran noticia. ¿Daremos en La Romareda un pasito más? ¿Por qué no?



1 comentario:

Anónimo dijo...

Eneko, ningún club en el Siglo XXI tiene Señorío. Me encantaría que nos comparases con la nobleza de un equipo inglés, alemán, esos sí tiene señorio. El ejemplo que das sobre el Señorío del Athletic de Bilbao, en fin... el caso Llorente, los ataques a Bixente Lizarazu y encima el caso Gurpegui. ¿Cómo se puede defender a un jugador cuándo había dado positivo en un control antidoping? Pues porque vivimos en una sociedad en la que por ese "señorío" al que aludes todo el mundo mira al otro lado, nadie "sospecha" de Gurpegui, Indurain, etc.

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