lunes, 1 de abril de 2013

LECCIÓN DE CONFIANZA


Nuevo paso hacia la Champions de la Real Sociedad tras el meritorio 2-2 logrado en Cornellá ante el Espanyol de Barcelona, en un partido en el que nadando a contracorriente, el equipo txuri urdin dio una lección de confianza remontando dos veces un marcador adverso.

En nuestro fuero interno temíamos poder volver a la realidad y encontrarnos con una derrota. Las ausencias de un Bravo y un Vela fundamentales (la del Chory en menor medida), el recuerdo negativo de partido de la primera vuelta, el parón liguero... Eran muchos factores combinados que podían desembocar en la primera derrota de 2013, pero no ha sido así. Hoy podemos volver a decir con orgullo que los 23 jugadores que conforman la plantilla de la Real Sociedad forman una piña unida, en la que todos confían en todos, y que gracias a ello, los once jugadores que saltan al campo, con independencia de su nombre, son un seguro de vida que sabe lo que quiere y cómo conseguirlo.

La noticia antes de comenzar el encuentro era que la Real alineaba a diez jugadores de la cantera a los que se sumaba De la Bella. Un dato que debería dar la vuelta al mundo. En una de las mejores ligas del mundo, ocupar el cuarto puesto de la clasificación con jugadores de casa (100% canteranos, dato que nuestros vecinos bilbaínos no alcanzar a comprender), convierte a la Real en un equipo modélico.

Desde el principio, quedó claro que se iban a ver dos estilos de juego muy distintos. Una Real que apostaría por el control de balón, y un Espanyol agazapado en su campo, que se limitaría a buscar el contragolpe. Y esa historia se ha repetido más de una vez fuera de Donostia esta temporada. A la Real la temen, y los rivales enfocan nuestra visita asumiendo su teórica inferioridad.

Sin embargo, iba a ser un partido difícil y lo sentimos muy pronto. Antes de llegar al minuto 10, en su primera llegada al área, el Espanyol se adelantaría en el marcador, con un gol de Sergio García, aprovechando un desbarajuste de la zaga realista.

No es fácil afrontar un resultado adverso ante un equipo entrenado por Javier Aguirre, experto en administrar rentas cortas con tácticas no solo deportivas, pero la Real lo supo hacer a la perfección. Tras unos pequeños minutos de ´pájara´, la Real recuperó la autoestima y en el minuto 24, un mal despeje del portero Casilla, fue aprovechado por David Zurutuza que de una volea impecable ponía el 1-1 en el luminoso.

A pesar del empate, la Real siguió por los cauces de la espesura en el tramo final de la primera parte, en el que no hizo intervenir al portero espanyolista. En el minuto 38, en una buena jugada del ataque periquito, Stuani logró el 2-1 con el que llegamos al descanso. Nuestras sensaciones no eran muy buenas. En toda la primera parte, la Real solo había rematado una vez a la portería contraria, y aunque el Espanyol tampoco había hecho gran cosa, esa ventaja podía ser determinante.

Fue en el segundo periodo cuando vimos a la ´auténtica´ Real Sociedad. Los jugadores saltaron al campo con las ideas más claras y Montanier movería con acierto el banquillo dando entrada en el terreno de juego a Rubén Pardo e Ifrán

El dominio realista fue total y Agirretxe pudo igualar la contienda hasta en dos ocasiones pero chocó con Casilla. El Espanyol como ya hiciera en Anoeta, bastante hacía con encerrarse atrás, fingir lesiones y perder tiempo. Su único estiramiento al área realista fue bien resuelto por Eñaut Zubikarai que tuvo una tarde más tranquila de la que pensábamos en un principio.

Las manecillas del reloj avanzaban y la fabulosa racha de imbatibilidad de la Real estaba en peligro, pero en el minuto 76 se haría justicia. Una prodigiosa asistencia en largo de Rubén Pardo hacia Griezmann, provocó que el balón tropezara en el defensa espanyolista Javi López arrojándose en las mallas. 2-2. Por segunda vez, la Real volvía a igualar la contienda.

Quedaba tiempo para buscar la victoria, y nadie puede dudar que la Real fue a por el partido, mostrando una mentalidad ganadora. Lo pudo conseguir Griezmann en un mano a mano con el portero rival, que invalidó incorrectamente el línea, y también lo pudo hacer un incisivo Imanol Agirretxe. No pudo, ser pero la sensación final es muy reconfortante.

Ver cómo el Espanyol empatando en casa pierde tiempo en la esquina de su córner, suplicando el final del partido, con la lengua fuera, es un dato a tener en cuenta. ¿Quién podía pensar hace no mucho que nuestros rivales darían por bueno un empate en su propio estadio jugando contra nosotros? El pez pequeño se ha convertido en un pez muy grande.

Aunque pudimos ganar porque somos mejores que el Espanyol, el empate es positivo. Sirve para completar una vuelta de ensueño con 10 victorias, 8 empates y 1 derrota, números que parecían solo al alcance de los dos presupuestos multimillonarios.

También sirve para mantenernos en el cuarto puesto a falta ya de solo nueve partidos para acabar la liga. Málaga y Valencia siguen por detrás en la clasificación y aunque las distancias son de solo uno y dos puntos respectivamente, ambos serán los dos próximos equipos que pasarán por Anoeta. Pero sobre todo sirve para seguir inyectando de confianza a una plantilla con un ´espíritu invencible´ capaz de sobreponerse a marcadores adversos y a las bajas de dos de sus jugadores más providenciales

Seguimos sin bajar de nuestro sueño, y el próximo sábado viene la primera de las dos grandes finales que vamos a vivir hasta el final de la temporada. El subconsciente de los medios de comunicación de difusión estatal, centran en malagueños y valencianos la lucha por el cuarto puesto, pero no saben que la Real no solo tiene ilusión y calidad a raudales: también tiene confianza para remontar marcadores adversos. En Cornellá volvimos a dar una lección de ello, no tan brillante como otras, pero igual de valiosa. Ya queda menos Real. nueve partidos para llegar a la Champions. Lo vamos a conseguir.

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

TODAS LAS NOTICIAS
POR FECHAS