La expedición realista regresó a Zubieta con caras largas, aunque confían en demostrar ante el Granada que la derrota de Getafe sólo fue un traspié
A diferencia de lo que ha ocurrido durante buena parte de la temporada, las caras largas predominaron en el regreso a casa de la Real. Los donostiarras desembarcaron ayer por la tarde en Zubieta tras caer el lunes en Getafe y fue Iñigo Martínez quien atendió a los medios
El defensa admitió que “nadie se fue contento al vestuario porque la derrota dolió. Hicimos un partido malo, las cosas no salieron y hay que pasar página, aprendiendo de los errores que cometimos”. El de Ondarroa opina que “no hay que mirar hacia atrás, sino hacia adelante. Nos viene un partido para ganar y sumar tres puntos importantes. Seguimos con dos puntos de ventaja sobre el Valencia y es muy importante sacar una victoria en casa contra el Granada. El equipo está con fuerzas y ganas de seguir sumando”.
La Real se encuentra a un punto de certificar su regreso a una competición europea… aunque tendrá que esperar algo más para saber si se clasificará para la próxima Champions League. El zaguero realista advierte que “el Valencia va a apretarnos hasta el último partido” y que “cada partido de los que quedan va a ser una final”.
En cualquier caso, Iñigo avisa de que “el equipo tiene capacidad para hacer algo bonito este año y todos queremos entrar en Champions, aunque no va a ser fácil. Tenemos que hacer lo nuestro, sumar en cada partido”. Esa ha sido la fórmula que tan bien ha funcionado esta temporada y el equipo ha dado motivos para creer en que la Champions es posible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario