ATAQUE PRINCETON

El lunes terminé en estado de ‘shock’. Enfrentarte a un partido de fútbol tras un duro día de laburo podía tener dos consecuencias bien distintas. Dormir, derrota pero feliz, a pierna suelta, una. Tardar en conciliar el sueño y despertarte con pesadillas, la otra. Lo admito. Ganó la primera, ¡cómo no! Aluciné en colores con el juego de la Real y debo admitir que, sí, fue de lo mejor que he visto a los txuri urdin en mucho tiempo. Sensaciones inmejorables que, a su vez, dejan un poso de incredulidad en el arriba firmante por aquello del disfraz de ‘Jecyll y Mr. Hyde’ que viene poniéndose el equipo a lo largo de esta temporada en la que ha firmado auténticos esperpentos en forma de castaña de partidos o, como el otro día, literalmente, se sale del mapa, pasando por encima de un rival al que no le queda más remedio que dejarse vapulear.

El otro día escuché en la radio el término ‘Ataque Princeton’. Hablaban de baloncesto. No soy ningún experto en la materia, de manera que me puse a bucear en la red, por curiosidad. Comentaban que los Lakers habían hecho el ridículo con esta técnica de juego que implantó el ya ex técnico Mike Brown. Al parecer, se trata de un sistema de ataque “cuyas reglas básicas son la circulación rápida y constante de balón, que debe permitir la creación de espacios que los jugadores de perímetro se deben encargar de aprovechar mediante cortes agresivos y 'puertás atrás'”, que hizo popular el técnico Pete Carril en la universidad de Princeton entre los años 1967 y 1996. Me llamó la atención y enseguida comparé: ¡si es la técnica que aplicó la Real contra el Rayo!

La veloz circulación de la pelota, que provoque la creación de espacios para que los ‘killers’ o ‘cañoneros’ lo aprovechen. Tal cual. Hace tiempo que la Real no movía el balón tanto y tan bien. Es un gustazo ver a Illarra como ‘4’, se le ve mucho más cómodo, y que le acompañe Pardo es un lujo al que, hasta ahora, Montanier ha querido, desconocemos por qué, resistirse. Hasta Prieto, ubicado en el centro, parece más enchufado en esas tareas creativas. Se comieron, literalmente, el centro del campo vallecano. Fueron amos y señores. Y, después, los jugones, fueron auténticos puñales. Vela es un futbolista superlativo, Chory me encantó en su conjunto e Ifrán va camino de mostrar lo que todos creíamos pero tenía oculto, escondido bajo su piel: garra por arrobas, pero también calidad. Tiene la portería entre ceja y ceja, y eso es fundamental en un delantero. Pues eso, ‘Ataque Princeton’. Y, ojo, que tanto Zurutuza como Griezmann ya están recuperados y son, obviamente, dos elementos muy a tener en cuenta para ponerlo en práctica. Bendito el problema para Montanier, que deberá escoger y dejar a varios en el banquillo. Ahí tendrá que acertar. Elegir en cada momento al que esté de dulce. De momento, y aunque le ha costado y ha estado obligado por las ausencias, va dando en la tecla acertada. La sinfonía del otro día fue celestial.

Así, se han enlazado dos triunfos consecutivos por primera vez esta campaña, y con la oportunidad de sumar una más mañana, viernes, para comenzar el fin de semana de la mejor de las maneras posibles. Seguro que Mendilibar querrá impedirlo. Y habrá empollado para conseguirlo. Plantará una defensa individual y no de zona. Pero el ‘ataque Princeton’ a la txuri urdin puede con todo. Al menos, aplicado como el otro día, desde luego.

Centenario con nota

Alberto de la Bella pasó a engrosar la lista de futbolistas que han vestido 100 veces la elástica blanquiazul el lunes ante el Rayo. Y lo cierto es que lo celebró con nota. No he leído excesivas loas a su partido. Para mí fue buenísimo. E igual que cuando no está bien lo decimos, al contrario, también. Sabe que no puede dormirse, ya que tiene a José Ángel a la espera, en la grada. En la otra banda ya ha habido cambio y Carlos Martínez parece haber destronado a Estrada. En cuanto a zurdos se refiere, el catalán tiene prendado a Montanier, a la vista está.