martes, 4 de junio de 2013

MÁS QUE MONSIEUR, UN GENTLEMAN


Philippe Montanier ya es pasado en la Real. El técnico se despidió en una multitudinaria rueda de prensa en Zubieta, que debió celebrarse en Anoeta, y en la que solo estuvo acompañado en la mesa por el jefe de prensa Jorge Sánchez. En las dos primeras filas se sentaron varios consejeros, Loren y el cuerpo técnico y médico que le ha acompañado estos dos años al completo, salvo Michel Troin, que siempre ha preferido evitar los flashes. Por encima de todas las ausencias, una más que reseñable, la de Jokin Aperribay.

El galo dijo adiós con el mismo tono que ha presidido todas sus comparecencias públicas como entrenador txuri-urdin. Elegante, discreto, agradable, sonriente, irónico y con un mensaje repetitivo y de escaso contenido. Lo de la repetición se explica en gran parte por su falta de recursos en el castellano, pese a que ha mejorado mucho, mientras que lo segundo no tiene demasiada justificación. Es evidente que no está obligado a dar grandes titulares, porque cada uno es como es y aquí incluso nos gusta más el estilo reservado, aunque también es cierto que cuando ofrece una rueda de prensa es para contarle a la afición el momento del equipo, no para satisfacer la curiosidad de los periodistas que son meros intermediarios.

Durante la Liga, en las previas de los partidos se podían aceptar los motivos por los que prefería no facilitar pistas a sus rivales, pero resulta incomprensible cuando debe detallar las razones por las que abandona la Real, es decir el proyecto más ilusionante de todo el campeonato, para recalar, con todos mis respetos, en un club de segunda fila de una liga menor como la francesa. Aceptamos su caballerosidad para marcharse sin ruido y sin dejar una estela de polémicas, pero no cuela. Y menos cuando no hace más que seis meses que declaró que le gustaría "estar diez años en la Real", que se sentía "medio guipuzcoano" y que le encantaría "quedarse a vivir en Donostia". Eso sin olvidar que cuando aterrizó en Anoeta dejó claro que su sueño "era entrenar en la Liga española, la mejor del mundo".

Al parecer, en solo unos meses Montanier ha cambiado diametralmente de opinión, algo imposible de digerir conociendo lo metódico y ordenado que es, y ha rechazado la propuesta de renovación de la Real porque le convence más el proyecto a "medio plazo" que le presenta el Rennes. Lo siento, agradecemos su actitud, pero no es creíble.

El técnico sí que fue contundente al frenar la corriente de opinión que emana del club que justifica su espantada por un tema económico: "Voy a cobrar menos dinero neto que aquí". Eso dedicado a los que antes, cuando se confundía mucho, le defendían a capa y espada y ahora le censuran por irse, siempre para proteger a los gestores de la entidad (que marquen el origen de este proyecto en Denon, que lo único que hizo fue mandarnos al infierno de Segunda, es un escándalo).

Además, es que tampoco les hace falta, el trabajo de la directiva está siendo sobresaliente, pero Montanier se marcha porque no ha confiado en él. Y no hablo de la grada de Anoeta, por mucho que le hayan molestado algunos cánticos ofensivos que ha escuchado, ni de las duras críticas que ha recibido en la prensa, entre las que incluyo las mías, por supuesto.

El Consejo se pavonea de la paciencia que ha tenido con él cuando vinieron mal dadas, pese a que ha hablado con varios entrenadores a lo largo de sus dos años y que tenía apalabrada la contratación de Luis Aragonés para sustituirle. Después no confirmó su continuidad en su segundo año que había firmado, exponiéndole en una situación incomodísima. Ahora les cuento la versión francesa de su renovación:cuando el abogado de Montanier, que no agente, porque no tiene, se presentó a negociar su renovación, hace pocas semanas, Aperribay le comentó que "no quería hablar de dinero". Entonces, ¿para qué le hace venir de París? Y cuando por fin se ponen a discutir cifras, le propuso solo una temporada con una subida de un 30% (los oficialistas lo elevan hasta el 50%), pero quitando las primas, con lo cual, si repetía el éxito de este año, se quedaría igual.

Seguro que aspiraba a un proyecto más largo en la Real, pero lo que necesitaba de verdad es que creyeran en su trabajo. Y la dirección deportiva no le ha demostrado la confianza que merecía su rotundo éxito con el equipo, al haber logrado una progresión impresionante de toda la plantilla. Montanier ha dado mucho a la Real y la Real ha dado mucho a Montanier. La clasificación para la Champions es su inmaculado legado a la historia de este club.

Ahora queremos que el Consejo esté a la misma altura que el técnico en su despedida. Porque, como persona y como entrenador, merece el mayor de los respetos y que nadie ensucie su decisión de marcharse. Eskerrik asko Philippe, y lo siento mucho si hemos (yo también) sido injustos contigo. La Real siempre será tu casa.


Noticias de Gipuzkoa

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

TODAS LAS NOTICIAS
POR FECHAS