La Real Sociedad
puso fin a su racha triunfal en casa, tras caer estrepitosamente por
1-3 ante un Levante que parece no tener límites. El encuentro fue
muy desagradable y la afición acabó desquiciada cargando contra todo.
Los primeros
instantes hacían presagiar un nuevo paseo militar de la Real en Anoeta. Menos de tres
minutos necesitó la Real para rozar el gol en un buen cabezazo de Elustondo que
salvó Munúa, aunque el árbitro había anulado injustamente la jugada por fuera
de juego inexistente.En el minuto 5, un
corner a favor del Levante, desembocó en un contragolpe letal de la Real que
Carlos Vela concretó a la perfección logrando el 1-0.
El equipo txuri
urdin ya había hecho lo más difícil y el “efecto Anoeta” hacía presagiarnos una
nueva noche feliz.
Pero nada más lejos
de la realidad. En el minuto 10, Álvarez Izquierdo se inventaba un penalti a
favor del Levante por presunto empujón de Iñigo Martínez sobre El Zhar. Desde mi asiento
pude ver perfectamente la jugada y aunque hubo un leve empujón, el defensa
realista le tenía ganada claramente la posición al centrocampista levantinista.
Barkero no desaprovechaba el regalo y empataba el
partido. Anoeta comenzaba a
arder contra el árbitro y también contra el jugador de Aretxabaleta que celebró
efusivamente el gol a pesar de su pasado realista. (Parece ser que Barkero no
olvida que la directiva realista no avaló su fichaje este verano cuando estuvo
muy cerca de regresar a la Real).
El 1-1 hizo mucho
daño a la Real que desapareció durante toda la primera parte. Un ambiente
crispado unido a un Levante sin complejos empezaban a ser indicios claros de
que esta iba a ser una noche de perros. Koné pudo marcar el
minuto 12 pero Claudio Bravo lo evitó con una gran parada.
La defensa de la Real no tenía su noche. En toda la primera
parte la Real apenas pudo acercarse con peligro a la portería de Munúa aunque
en el minuto 37 pudo haber un penalti a favor de la Real por presuntas manos de
Ballesteros dentro del área. Y cuando parecía
que íbamos a llegar al descanso con empate, llegó el 1-2 en un jugadón de Koné
que robó la cartera a Mikel González y fusiló a Bravo que creo que pudo haber
hecho algo más para evitar el gol. El 1-2 crispó aún
más a la grada que despidió a Álvarez Izquierdo con una sonora pitada.
Ya en la segunda
parte, más madera. Los seguidores de la Real tendríamos por delante nuevas
frustraciones generados por todos los lados. Aunque los primeros
minutos del segundo periodo resultaron esperanzadores, enseguida nos
llevaríamos un nuevo jarro de agua fría con la absurda expulsión de Elustondo
en el minuto 57 por una innecesaria falta en el centro del campo.
Seguimos sin
espabilar y vamos a acabar la temporada con record de expulsiones tontas, El público volvió a
encenderse pero esta vez contra el propio Elustondo por su ingenuidad y
posteriormente contra Montanier por su tozudez.
Se escucharon constantes
cánticos en Anoeta pidiendo al francés que moviese el banquillo, pero Montanier erre que
erre, esperó hasta los últimos minutos para sacar a Ifrán, Rubén Pardo y
Llorente.
A pesar de jugar
con uno menos, la Real dominó la segunda parte pero de manera infructuosa
porque tan sólo recuerdo una clara ocasión de Ifrán que desbarató Munúa. El Levante sacó su
lado más oscuro para perder tiempo, lo cual también irritó a una afición que ya
no sabía qué hacer para manifestar su enfado. En el descuento
Xavi Torres puso la puntilla con el 1-3 final con el que finalizó el encuentro.
Tras 4 victorias
consecutivas en casa, la Real volvía a conocer el amargo sabor de la derrota
ante tus propios aficionados. El Levante, por
primera vez en su historia, ganaba en San Sebastián y a pesar de sus técnicas
rastreras de la segunda parte, en los primeros 45 minutos se les vio con hechuras de
equipo grande destacando sobre todo El Zhar y Arouna Koné con unos detalles
técnicos no muy habituales en un equipo así..
Los aficionados
podíamos por fin irnos a nuestras casas, tras una triste y agitada noche en la
que Anoeta ardió contra el árbitro, contra Philiphe Montanier, contra
Elustondo, contra el Levante en general y contra Barkero y Ballesteros en
particular. Una noche dura para
los tímpanos de los que estuvimos en el estadio porque los decibelios de los
pitos batieron todos los records.
Lo mejor sin duda¸
la derrota del Sporting ante el Mallorca que evita que de momento la Real se
meta en líos a la espera de lo que haga el Racing ante el Sevilla este jueves.
Ahora a pensar en
un calendario exigente. El sábado misión casi imposible en Madrid, después
recibimos a un peligrosísimo Rayo Vallecano y posteriormente visitaremos
Cornellá El Prat. Esperemos que
Sporting y Racing sigan sin reaccionar porque esta Real vuelve a dar síntomas
de estar bastante tocada y el camino que tiene por delante no va a ser nada
fácil.
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