Imagen del partido de ayer. Foto: Rioja2.com |
Logroñes y Sanse llegaban al envite separados por tan sólo seis puntos en la tabla. La opción de restar puntos a un rival directo por eludir el descenso seducía a cualquiera antes del inicio y con ello en mente se plantó la escuadra donostiarra en un estadio que hasta hace poco más de una década veía pasar a los clubes más grandes de la liga española. Pero poco duraron las esperanzas de rascar algo positivo. Si ya se antojaba difícil puntuar ante un equipo que lleva ganados seis de los ocho últimos partidos, más difícil lo iba a ser jugando con un menos. David de Paula, el primo del ex realista Oscar, tras adentrase en el área fue derribado por un Etxebaguren que vio la roja al tratarse del último hombre. Comenzar peor imposible debieron pensar los guipuzcoanos que se vieron con el 1-0 en contra tras anotar Diego Cervero la pena máxima.
A partir de entonces Kodro reajustó las líneas de un equipo que no le quiso perder la cara al partido tras este contratiempo. De hecho, fueron los visitantes quienes tuvieron la mejor ocasión de igualar la contienda a través de Barcina en el minuto 20. Tras esta acción, salvo un tímido disparo lejano del goleador Cevero, ninguno fue capaz de poner en apuros la meta contraria. Todo hacia presagiar que el partido se iría con esta ventaja al descanso pero Barcina, que ya había avisado previamente, se sacó de la manga uno de esos goles que da gusto visualizar una y mil veces. El riojano anotó su quinto gol de la temporada tras botar una falta desde algo más de treinta metros y que se coló por la mismísima escuadra. Un gol de esos a los que gusta llamar "psicológicos" por la cercanía del periodo de descanso, pero que por desgracia esta vez no resultó ser así.
Y es que tras la salida de vestuarios los locales volvieron a adelantarse en el 47 por mediación de Velez. David de Paula botó un córner y el catalán con un buen testarazo volvía a poner contra las cuerdas a los guipuzcoanos, que empezaron poco a poco a notar el hecho de jugar con uno menos desde el minuto tres. Los riojanos, con más orden y agresividad que en el primer periodo, se fueron a por el partido y tuvieron la oportunidad de sentenciarlo en el 70. Zaldua derribó a Dañobeitia dentro del área y el árbitro señaló el segundo penalti de la tarde-noche, aunque en esta ocasión, el guardameta realista Royo, detuvo el lanzamiento de Alejandro. Además, el propio Zaldua en esa acción vio la segunda amarilla por lo que los txuri urdin tuvieron que afrontar el tramo final del partido con 9 hombres. El milagro era misión imposible. Los de Kodro suficiente hicieron ante un rival que en el 87 pudo hacer el tercero pero de nuevo Royo evitó el tanto, aunque cuatro minutos después no le quedó más remedio que recoger el esférico del fondo de las mallas. Esta vez sí, Alejandro encontró lo que había estado buscando durante todo el partido. Nueva jugada de De Paula, el mejor sin discusión, que cede a su compañero para que anote el definitivo 3-1.
Segunda derrota de un Sanse que tendrá la oportunidad de resarcirse este fin de semana en casa ante el colista Lemona, que pese a ganar ayer a Osasuna Promesas se encuentra a 14 puntos de la salvación cuando restan tan sólo ocho jornadas para la conclusión del campeonato. Por contra, y dada la victoria del Palencia sobre la Arandina, la zona de descenso a Tercera se aprieta quedando el Sanse a un punto de la propia Arandina (17).
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