Pero hay un nubarrón que cruza mi mente una y otra vez cuando veo la situación de nuestro otro equipo de fútbol en la máxima categoría: las neskak de la Real. La temporada no está siendo buena por unos u otros motivos: cambio de entrenador que no termina de dar con el equipo apropiado, bajas de jugadoras que eran imprescindibles en anteriores temporadas, lesiones importantes de varias de las titulares imprescindibles... Las posibilidades de clasificarnos para la Copa son cada vez más difíciles cuando era una de las grandes aspiraciones sobre todo después de ganar la Copa Euskal Herria a principio de temporada al vencer al Athletic.
Estas chicas que no gozan ni de lejos de los privilegios de los chicos, que comparten sus carreras futbolísticas con sus estudios o trabajos, que sacrifican tanto de su vida personal, se dejan la piel en cada partido. Algunas veces las cosas no salen como esperaban pero jamás podremos achacarles que no se dejen la piel en el campo: las hemos visto llorar ante la impotencia después de haber sudado la camiseta hasta la extenuación sin haber conseguido un resultado positivo.
Hoy, desde este medio humilde, quiero hacer un llamamiento para que acudamos a animarlas y a empujarlas, ahora que más falta les hace, que necesitan nuestra fuerza y nuestro apoyo. Ellas también son la Real y también nos representan, y lo hacen en silencio sin sacar mucho ruido pero luciendo con orgullo nuestra camiseta, y son tan merecedoras de nuestro elogio como los chicos. Estas chicas que terminan sus entrenamientos a horas tardías por cuestiones de horarios de trabajo y estudios; estas chicas que hacen miles de kilómetros en autobús cada temporada para sudar nuestra camiseta y llevar con orgullo el escudo txuriurdin por toda España. Es lo menos que podemos hacer por ellas: Vayamos al campo a animarlas siempre y, sobre todo, cuando las cosas no salgan bien, a ayudarlas a levantarse cuando caigan al suelo, a empujarlas con nuestros gritos de “Real, Real”, a cantarles que “en Euskadi hay un equipo que vale un cojón”, a gritarles el “beste bat” o el “jotake irabazi arte” porque ellas también nos necesitan, porque ellas también forman parte de nuestro club. Cantemos sus nombres cuando salen las alineaciones, que sientan nuestro empuje, ánimo y cariño. Aupa neskak!!!! Beti zuekin!!!!
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